El sol pega justo de frente en el arco que ejerce de puerta de salida del green del 18 del Earth Course. Gonzalo Fernández Castaño y Pablo Larrazábal se colocan la mano a modo de visera. No quieren perderse un detalle…
Al fondo, Álvaro Quirós está a punto de pegar su segundo golpe en el último hoyo del Dubai World Championship.
Tiene la madera 3 en la mano. El silencio lo inunda todo. “Era un golpe muy difícil porque yo sé que ahí está pegando cuesta abajo. No está ni mucho menos plano. Veo la bola salir, pero la pierdo de vista por el camino y lo siguiente que veo es que bota en green, perfecta. Para mí ese golpe tiene aún más mérito que el putt de eagle que emboca después…”. Habla Gonzalo Fernández Castaño, al que se le encienden los ojos recordando el golpe.
Quirós asiente. “Es cierto que estaba cuesta abajo, pero no necesitaba apretarla mucho. Tenía palo de sobra para la distancia que había, unos 230 metros… Además, mi caddie (Mike Kerr) lo vio claro. Si te pasas no hay ningún problema, me dijo. Así que tiré sin pensarlo”, explica. Efectivamente, el único peligro era irse largo ya que al pegar cuesta abajo, si no la empalas bien, la bola sale más tendida y con menos freno. Podría salir disparada. Pero no. El golpe es sensacional. Bota en green y apenas se mueve cuatro metros. Impresionante. Una vez más, en Dubai se quedan con la boca abierta con Álvaro Quirós.
El resto, lo mejor es que lo cuente el propio campeón del Dubai World Championship. Algo más de una hora después, tras cumplir con toda la prensa internacional y ser agasajado por los jerifaltes de DP World, la empresa que patrocina esta gran Final de la Race to Dubai, volvemos con Quirós al green del hoyo 18. Recorremos junto a él ese putt increíble. Trece metros. Lo volvemos a tirar…
La Armada, por cierto, estuvo casi al completo en el green del 18 para felicitar a Quirós. Alguno faltó por los clásicos compromisos aeroportuarios, pero fue una imagen bonita. Larrazábal, Fernández Castaño y Álvaro Zerolo, fisio del European Tour, estuvieron a pie de green, aplaudiendo a rabiar. Sergio García se abrazó con él poco después de firmar la tarjeta. Tampoco faltó el reconocimiento de Luke Donald, Número 1 del mundo y ganador de las listas de ganancias en Estados Unidos y Europa este año. El rubio inglés le estrechó la mano durante la ceremonia de entrega de premios.
Quirós se hizo mil fotos. Los voluntarios se lo pasaron en grande con el de Guadiaro, que siempre tiene superávit de sonrisas. Ya queda menos para que Dubai declare a Álvaro hijo adoptivo del emirato.
