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El abrazo de Matthews en la historia más emotiva del fin de semana

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Matthews, abrazando al aficionado © PGA Tour Latinoamérica
Matthews, abrazando al aficionado © PGA Tour Latinoamérica

Este pasado fin de semana, mientras Tommy Fleetwood ‘volaba’ de eagle en eagle en Sudáfrica para adjudicarse el Nedbank Golf Challenge y los participantes en el Mayakoba Golf Classic apuraban las últimas horas de luz, conscientes de que el torneo tendría que terminar el lunes, se produjo una emotiva historia en un torneo del circuito latinoamericano disputado en Buenos Aires.

En concreto, ocurrió durante la ronda final del Visa Open de Argentina, un evento con un premio muy especial: una exención anual para disputar el The Open Championship. Algo de lo que podrá disfrutar el ganador, Ricardo Celia, después de embocar un putt para birdie de más de nueve metros en un agónico playoff final.

Su rival en esta muerte súbita fue Brandon Matthews, que tuvo en su mano forzar un cuarto hoyo de desempate en un putt de poco más de dos metros, manteniendo viva la ilusión de lograr la invitación para el Royal St. George’s que estaba en juego. Pero algo inesperado ocurrió cuando se disponía a golpear la bola…

«Cogí el putt, hice el movimiento para golpear la bola y en ese momento escuché un grito», desveló Matthews a GolfChannel.com nada más aterrizar en Florida. «Mi cuerpo se estremeció e inmediatamente supe que iba a fallar», añadió.

El que tenga una explicación a esta locura, que venga y la cuente…

Matthews, profesional desde 2016 tras completar sus estudios universitarios en Temple, ganó en el circuito de América Latina en 2017 y jugó las dos últimas temporadas el Korn Ferry Tour. Pero su juego fue a menos por unos importantes problemas de espalda, que le hicieron perder la confianza en sí mismo.

Desde el Kansas City Classic de mayo hasta el Ellie Mae Classic con el que finaliza la temporada regular en agosto Matthews se retiró o falló el corte en 11 torneos consecutivos. Y unas semanas después, trabajando ya con un nuevo entrenador de swing, fue incapaz de superar la primera fase de la Escuela de Clasificación del segundo circuito estadounidense.

Pero sus cambios de juego empezaron a dar sus frutos hace un par de semanas, logrando un quinto puesto empatado en el Nequen Argentina Classic. Y el domingo estaba ya en disposición de volver a ganar, metido en un playoff y con la posibilidad en el horizonte de disputar el primer major de su carrera… hasta que alguien gritó cuando balanceaba su putter.

«Pensé que alguien lo había hecho intencionadamente. Estaba frustrado, en shock con lo que acababa de suceder», dijo Matthews, que de forma casi automática se dio la vuelta señalando a la grada. Y mientras su rival festejaba el triunfo en el green, Matthews se dirigió muy molesto a los vestuarios, donde le abordó Claudio Rivas, gerente de administración de torneos del PGA Tour Latinoamérica.

«Escucha, lo sentimos mucho», le dijo. «Es una situación terrible, pero tiene una explicación», añadió. Rivas le explicó que el grito lo había dado un aficionado con síndrome de Down, que se había puesto nervioso y había perdido el control de sus emociones. Y en cuanto Matthews se enteró de lo sucedido, pidió que le llevaran con él.

«Su cara cambió por completo, casi se echa a llorar», desveló Rivas. La madre de Matthews, Donna, trabajó durante años gestionando hogares de grupos y su mejor amigo tenía una hermana con síndrome de Down. «Viví de cerca el problema de la discapacidad mental mientras crecía y es algo que me llega al corazón. Son personas realmente especiales», dijo Matthews. «Me sentí tan mal que incluso me enfadé conmigo mismo. Sólo quería asegurarme de que él no se sintiera mal por lo sucedido», añadió.

Con Rivas como improvisado traductor, Matthews se reunió con el aficionado, le abrazó y le firmó un guante. «Le di un abrazo y le pregunté: ‘Oye, ¿estás bien? ¿Te estás divirtiendo? Sólo quería asegurarme de que te lo estabas pasando bien y que no me siento mal por lo que sucedió’. No quería que nadie se enfadara con él y quería que supiera que yo tampoco lo estaba».

Matthews supo que el nombre del aficionado era Juan y que se sintió feliz con su gesto. Por ahora, el golfista de Dupont, Pennsylvania, no podrá disputar del Open Championship del próximo año, pero al menos, con su quinto puesto empatado de hace dos semanas y el segundo de este domingo, se asegura la tarjeta completa para la gira latinoamericana de 2020.

Y lo que es más importante: lo sucedido en Buenos Aires va más allá del triunfo o de la derrota. «Algunas cosas son mucho más importantes que el golf y esta fue una de ellas», finalizó Matthews tras su emotivo gesto.