Conflicto a la vista, y serio, en el golf mundial. Enfrentados, el European Tour de un lado y el WGC Bridgestone Invitational de otro. El motivo: el calendario.
La presencia de los Juegos Olímpicos en 2016 ha llevado a los rectores del Bridgestone a cambiar de fecha el tercer campeonato del mundo de la temporada. Habitualmente, su fecha es la semana anterior al PGA Championship, a comienzo de agosto. Pues bien, para el próximo año han decidido moverlo a la misma semana en la que el European Tour tiene fijado el Open de Francia. Choque de trenes en toda regla. Mucho más cuando dos años después se celebra la Ryder Cup en el campo del Open de Francia. Es decir, el país vecino está haciendo una inversión muy potente como para que el año próximo vea diezmado su cartel de jugadores al coincidir con un torneo del Campeonato del Mundo.
El European Tour está que trina y no se ha cruzado de brazos. Tanto es así que ya está estudiando algunas medidas para provocar algo parecido a una revolución francesa. La amenaza es seria y está sobre la mesa. Por lo pronto, el Circuito Europeo valora seriamente la posibilidad de que el WGC Bridgestone no cuente como torneo del European Tour para el próximo año, que los puntos de ránking mundial que reparte no sumen para la Ryder Cup y que, por contra, los puntos del ránking mundial del Open de Francia puntúen doble. Es decir, boicot en toda regla.
Veremos cómo acaba esta película, pero lo que está claro es que no tiene una solución fácil. Los mejores jugadores de Europa se pueden ver en la tesitura de tener que renunciar a un WGC por jugar el Open de Francia… o viceversa. El European Tour, con razón, siente amenazado uno de sus torneos más importantes, con la Ryder de fondo, mientras que el Bridgestone necesita encajar el torneo en otra fecha por la presencia de Río 2016.
