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El pequeño saltamontes que aprendió a ganar junto al Dalai Lama

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Jazz Janewattanond durante su estancia en el Tibet. Foto: European Tour

El hombre de moda en el golf mundial es el tailandés Jazz Janewattanond, de ahora en adelante Jazz, para los amigos. Un jugador que, pese a tener 24 años, lleva ya 10 como profesional, pues dio el salto con apenas 14 tras ser el más joven en pasar el corte en un torneo valedero para el ranking mundial, concretamente en el Asian Tour, circuito en el que ha desarrollado gran parte de su carrera.

¿Y por qué es el hombre de moda en el golf mundial? Muy sencillo, porque en 2019 ha ganado cuatro torneos, los dos últimos en estas dos pasadas semanas de diciembre, el Indonesian Masters y el Thailand Masters, el torneo de su país. Y lo ha hecho con una autoridad tremenda, ganando ambas semanas con cinco golpes de ventaja, incluyendo sendas terceras vueltas de 60 y 62 golpes, con lo que no es de extrañar que haya ascendido hasta el puesto 40 del ranking mundial.

El golf despide el año en Asia a ritmo de Jazz…

Por si parece poco curioso el ver a un chico de 14 años pasarse a profesional, la historia de Jazz tiene otras muchas cosas llamativas, y no hablamos de su nombre que, por cierto, viene de que su padre era muy fan de la música jazz, aunque él reconoce ser más del pop británico de los 90… Para gustos, colores.

Jazz Janewattananond tras ganar el Thailand Masters. Picture by Paul Lakatos/Asian Tour.

En 10 años como profesional, ha tenido tiempo de cambiar muchas cosas en su juego y en su vida, pero el gran cambio que le hizo empezar a ganar y codearse con los mejores fue, según él, su estancia de dos semanas como Monje en el Tibet, una tradición que muchos jóvenes tailandeses cumplen cuando llegan a los 21 años.

“Poco después de cumplir 21 años, nuestro Rey acababa de fallecer y quería hacerlo por él y por mis padres. Acababa de perder mi tarjeta en el Asian Tour, así que tenía algo de tiempo libre y lo miré, ya que podría ser algo que me mejorase como persona, no solo como golfista. Aprendes a estar contigo mismo, a respirar, lo cual es tan importante ya que hoy en día todo el mundo está atrapado en las redes sociales. Cuando eres un Monje, no puedes usar teléfono ni redes sociales, y seguimos un método de entrenamiento en el que no puedes hablar durante 24 horas, tampoco puedes comer nada. Estás solo contigo mismo durante todo ese tiempo. Eso me ayudó con mi golf, ya que no importa qué torneo o qué campo sea, estoy yo solo compitiendo contra mí mismo.”

Esto fue a finales de 2016, y en 2017 ya consiguió sus dos primeros triunfos como profesional, el Bangladesh Open y el Mahasamutr Masters, y la tarjeta para el European Tour 2018 gracias a un eagle milagroso en el último hoyo de la final de la escuela del circuito europeo.

Jazz Janewattananond en el Open Championship 2018 (© Golffile | Eoin Clarke)

Desde ese momento, Jazz no ha hecho más que subir en el ranking mundial, hasta llegar a hacer su debut en un ‘major’, algo que ocurrió en el Open Championship 2018 que se jugó en Carnoustie. Precisamente, en ese escenario, tuvo lugar otro de los momentos curiosos que han marcado la fugaz ascensión del tailandés, ya que fue donde conoció a su actual entrenador, nada más y nada menos que Pete Cowen, un hombre que trabaja, entre otros, con Brooks Koepka, Danny Willett, Branden Grace, Padraig Harrington o Kiradech Aphibanrat, gran amigo de Jazz y quien hizo las presentaciones.

“Kiradech le había hablado a Pete de mí, y pese a estar como décimo reserva en el Scottish Open, yo fui para allá con la intención de que me viera. Apenas pude presentarme y decirle que quería trabajar con él, y aunque no recibí respuesta esa semana, nos volvimos a ver en el Open Championship unos días después. Estuve dando bolas durante horas, esperando a que Cowen terminara de trabajar con Koepka y el resto de sus jugadores, pero tampoco pude estar con él, aunque me citó para la mañana siguiente. Llegué a las 7, y ahí estaba otra vez con Koepka, así que me puse otra vez a dar miles de bolas pensando, sinceramente, que ese día tampoco le iba a ver. Pero, por fin, a las 5 de la tarde, pudimos trabajar juntos una hora en la que me dio varios consejos, y a partir de ese momento nos vemos con cierta frecuencia, pese a que sigue siendo un hombre muy ocupado.”

Desde luego, parece que Jazz Janewattanond tiene en su cabeza el gran punto fuerte de su golf, ya sea por la paz mental que obtuvo de su experiencia como Monje tibetano o por la paciencia, pero tiene pinta de que va a seguir dando mucho que hablar. Termina el 2019 por todo lo alto, ¿qué podemos esperar de él en el nuevo año?