Andrés Romero (-17) ha puesto la directa en el Deutsche Bank. Este argentino es, sin duda, la auténtica sensación del circuito europeo. Un jugador que tiene la bandera metida entre ceja y ceja. Va siempre a por ella… Hay quien dice que este ímpetu hay que saber controlarlo si se aspira a grandes metas porque tanta ambición termina por meterte en problemas.
Buena prueba de ello puede ser la última jornada del Open en Carnoustie, donde Romero pecó de ambición en un tramposo hoyo 17… En cualquier caso, es puro espectáculo. Veremos si mañana aguanta el tirón, pero ya les avisamos de que Romero no se va a cortar, no va a ir a mantener el resultado… A menos que haya aprendido mucho.
En la jornada del sábado el bueno de Andrés se ha marcado una vuelta de -9 con dos eagles, cinco birdies y ningún error… Impresionante (en Carnoustie, el domingo, el angelito hizo diez birdies).
Miguel Ángel Jiménez (-8) y Carlos Rodiles (-6), los dos únicos españoles que habían pasado el corte, no avanzaron al ritmo de otros jugadores. El día era propicio para hacer un buen resultado a este Gut Kaden: sin viento, sin lluvia y con el campo algo más seco. La victoria se antoja ya imposible, pero el domingo puede ser una buena oportunidad de escalar posiciones y sumar más dinero pensando, por supuesto, en la cuenta corriente, pero también en el Orden de Mérito Europeo…
Todo está en manos de un inspiradísimo Romero, aunque los dos ingleses Scotland (-15), Slattery (-14), y el sueco Alexander Noren (-13), andarán pendientes por si al argentino se le cruzan los cables… Paul Casey (-10) necesita algo más que una mala jornada del argentino.
