La gran Final de la Escuela de clasificación para el circuito europeo ha acabado. A la emoción habitual de la sexta y última jornada ha habido que añadir una suspensión por mal tiempo. Finalmente, tres españoles han conseguido brillantemente la tarjeta del circuito europeo…
Pedro Linhart (-9) cerró el último día con un -2 que apuntalaba su magnífica actuación y que le ha aupado al segundo puesto de la clasificación. Luis Claverie (-8) finalizaba con una tarjeta de PAR más que suficiente, y Pablo Larrazábal (-7) se permitía el lujo de firmar un doble bogey en el hoyo 18. Los tres controlaron sus vueltas a la perfección, y a pesar de los nervios, no se han visto en grandes apuros en ningún momento. El grueso del trabajo estaba hecho y sólo había que rematarlo.
Pero no se crean que rematar la faena es tan sencillo… ¿Quieren ejemplos? El mismo líder, el austriaco Martin Wiegele (-11) hacía dos dobles bogeys y dos bogeys en los últimos cinco hoyos… O el sudafricano Thomas Aiken (-3), que comenzaba el día con -11 en segunda posición y ha conseguido la tarjeta de milagro, por un solo golpe, después de una recta final angustiosa de torneo, con un parcial de +6 en los últimos siete hoyos. Son las cosas de la Escuela: los profesionales se juegan el pellejo y es muy complicado mantener la cabeza fría.
Manuel Quirós (+2) y Gabriel Cañizares (+4) también sucumbieron al infierno del último día, firmando tarjetas de +2 y +5 respectivamente. Lo cierto y real es que fenómenos como el de la final de la Escuela de 2006, hace justo un año, no suelen darse. Y es que hace doce meses eran ocho los jugadores españoles que se metían entre los treinta primeros y empatados, obteniendo el pasaporte para el European Tour (hay que recordar un dato ilustrativo: de 2001 a 2005, ambos años incluidos, sólo fueron doce los jugadores españoles que consiguieron la tarjeta a lo largo y ancho de cinco finales de la Escuela). Jordi García del Moral, sin opciones en la última jornada, se dejó llevar para un +9 total final.
El drama de esta final podríamos encarnarlo hoy martes en casos muy concretos. Por ejemplo, el del inglés Gary Lockerbie, que partía con -2 y se marcaba un terrorífico parcial de +6 en los últimos cinco hoyos… O el del austriaco Roland Steiner, que partía también con -2 y firmaba cuatro dobles bogeys y cuatro bogeys (hasta el último día, sólo había hecho un doble bogey en las cinco jornadas anteriores). Otro caso sangrante es el del portugués Tiago Cruz, que rozaba la tarjeta al partir el último día con -7 y ha finalizado con -2 total… Un birdie le valía en el hoyo 18, pero no lo consiguió. Obtenían la tarjeta los primeros treinta y empatados, y finalmente han sido justo treinta los que han conseguido el objetivo.
