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Europa logra otra remontada imposible

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Victoria en el Royal Trophy (8,5 a 7,5) ganando 5,5 de los últimos seis puntos

Algún día se estudiará en las academias de golf como el ‘Método Olazábal’.

La teoría es sencilla de explicar. Consiste en remontar cuando estás contra las cuerdas y nadie da un duro por ti. Lo hizo Europa en la Ryder de Medinah el año pasado y lo ha vuelto a hacer hoy en el Dragon Lake Golf Club de Guangzhou, en China.

En ambas ocasiones, el capitán era Olazábal. Es cierto que no juega, que no pega un solo golpe, pero algo tiene que hace creer al equipo hasta el último suspiro. Europa ha conquistado su quinto Royal Trophy (5-2 en el palmarés) y el de Fuenterrabía se saca al fin la espina de las dos derrotas anteriores.

Fue otra remontada imposible. Asia llegó a mandar hoy domingo por 7 a 3, después de que sus bastiones tailandeses, Kiradech Aphibarnrat y Thongchai Jaidee, vencieran por la vía rápida (3&2 y 4&2) a Paul Lawrie y Stephen Gallacher, los dos primeros partidos del día. Quedaban seis duelos en el campo y les bastaba con punto y medio para alzarse con su tercer Royal Trophy. Además, en ese momento, en el tablero había bastante más rojo que azul.

La situación pintaba algo más que negra para Europa, sin embargo, a partir de ese instante, se produjo un cambio en la dinámica. Marc Warren ganó un punto clave a Ryo Ishikawa tras imponerse en el hoyo 18. El japonés pegaba un cañazo en su tercer golpe y ponía el punto en bandeja al escocés. Incluso, en ese instante, parecía que el grueso error del jugador nipón quedaría en simple anécdota.

Y así lo parecía porque Asia contaba ya con el punto del coreano H.S. Kim, que ganaba a David Howell por tres y cuatro hoyos por jugar. Aquí fue donde se fraguó el milagro. El inglés ganó los cuatro últimos hoyos con dos birdies y dos pares, jugando bien, pero sin hacer nada del otro jueves, simplemente supo aprovechar que a su rival se le vino el mundo encima. Terminó con tres bogeys y entregó la cuchara. Acto seguido caían en cascada los dos únicos puntos que durante todo el día dominó Europa, Wiesberger contra Fujita y Olesen contra Wu, ambos por 3&2.

En un visto y no visto, Europa empataba el Royal Trophy a falta de dos partidos. Todo quedaba en manos de Álvaro Quirós y Nicolas Colsaerts. El español, cuyo golpe final ayer en el 18 del fourball con Colsaerts, fue el que invitó a soñar al Viejo Continente, sumó medio punto muy trabajado ante el coreano K.T. Kim. Fue un partido de poder a poder, repleto de alternativas, con un amplio abanico de golpes buenos y malos. Quirós llegó al 18 uno arriba, dominando, pero acabó con bogey y cedió medio punto. Su segundo golpe se marchó a una plataforma del green desde la que hacer dos putts era casi ciencia ficción.

Prácticamente, al mismo tiempo que acababa Quirós, Colsaerts se ponía uno arriba con Liang tras ganar el hoyo 15. Todo se decidía en este duelo. Quien ganase se llevaba el Royal Trophy y si empataban, desempate al canto, fourball mediante, como el año pasado. El belga aguantó perfectamente la presión. Sacó tres espléndidos pares, sobre todo en el 17 y en el 18, y Liang no pudo hacer nada. De hecho, salvo en el 16 no tuvo ocasiones claras de birdie.

Europa y Olazábal lo han vuelto a hacer. Otra remontada para el recuerdo, ésta si cabe, aún más agónica que la de Medinah.

Resultados Royal Trophy