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Algo muy bueno se olía Adrián hace sólo 20 días…

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Adrián Otaegui besa el trofeo de campeón del Paul Lawrie Match Play. © European Tour
Adrián Otaegui besa el trofeo de campeón del Paul Lawrie Match Play. © European Tour

Algo bueno se olía Adrián Otaegui hace apenas veinte días. Miraba el calendario, veía el Saltire Energy Paul Lawrie Match Play y le entraba un no-sé-qué por el cuerpo. Le hacía tilín. Le ponía. Así lo confesaba en una entrevista con Tengolf: “Me apetece mucho volver a jugar match play, porque no lo he hecho desde que era amateur”.

Miren que quedan citas importantes en el calendario europeo, como Italia (Rolex Series), Valderrama o las Series Finales de la Race to Dubai, pero no, el torneo que Adrián tenía entre ceja y ceja era el Match Play. Pues bien, el joven golfista vasco ha ganado el Paul Lawrie sin pisar el hoyo 18 y fabricando una remontada espectacular en la final frente a Marcel Siem. Su primera victoria en el European Tour. La guinda a dos meses de fábula.

Tenía motivos sobrados para tanta ilusión. Venía jugando muy bien y se siente a gusto en el match play. No en vano fue ganador en su día del British Boys (con Jon Rahm ayudándole en las últimas rondas como caddie), uno de los torneos amateurs más prestigiosos que existen. Con aquel pasado y el actual presente llegó al recorrido alemán de Bad Griesbach con muchísimas ganas y ha salido de él como campeón.

Adrián ha ganado siendo el mejor de largo durante todo el torneo. Sirva de muestra un botón. Es el único que ha ganado dos partidos en el 13 y ha jugado once hoyos menos durante la semana que Marcel Siem, el otro finalista. Además, se marcha de Bad Griesbach sin pisar en competición oficial el hoyo 18. Nunca lo necesitó. Ni siquiera hoy, aunque seguramente lo habría firmado cuando al paso por el hoyo 9 marchaba tres abajo.

Y es que la final no ha tenido nada que ver con ninguno de los otros cinco partidos que Adrián había jugado antes. El golfista donostiarra siempre había mandado en sus duelos, había llevado la voz cantante y en la final, de repente, y con un Siem sublime, se veía a remolque. Muy a remolque. Pasaba los primeros nueve hoyos sin hacer un solo birdie y con un déficit de tres de desventaja con el experimentado alemán, que encima jugaba en casa. Un muro.

No obstante, una de las grandes virtudes de Otaegui es la calma con la que se mueve por el campo. Recuerda a Indurain cuando subía el Tourmalet en sus mejores años. No sabes si disfruta o padece. No muda el gesto. Está siempre bajo control, al menos por fuera, ya que a buen seguro que la procesión va por dentro. Simplemente, Adrián se limitó a esperar su momento… Y llegó.

Entre los errores de Siem y el buen hacer del golfista de Goiburu se obró la remontada. Ganó el 10 con un gran birdie y el 11 aprovechando el error del alemán en un putt corto… No sería el primero, ni siquiera el más corto que fallaría esta tarde. Se ponía uno abajo, aunque rápidamente volvió a colocarse dos abajo después de un tirazo de Siem que dejaba dada la bola en el 13… A partir de ahí, el partido fue de Otaegui.

Ganó el 14 tras un putt de medio metro fallado por Siem. Ganó el 15 con un tirazo espectacular que dejó dada para birdie. Ganó el 16 pegando otro gran tiro desde el tee, asegurando un birdie brillante y aprovechando otro putt de medio metro errado por Siem. Y ganó el 17 con un putt sensacional de unos seis metros para liquidar el encuentro sin romper la tradición de no pisar el 18.

Otaegui, a sus 24 años, conquista su primera victoria en el European Tour y confirma su evolución como jugador. Consigue un nuevo estatus y lo puede decir alto y claro: ganador del European Tour. Además, consolida su presencia entre los 60 mejores de la Race to Dubai y tiene encarrilada su participación en la Final de Dubai, aunque todavía tendrá que hacer alguna cosa más. También conquista por primera vez el top 150 del mundo y, sobre todo, está en forma y disparado. Si consigue mantener el caballo al galope, sin desbocarse y sin frenarlo, quién sabe qué más cosas podría conseguir de aquí a final de temporada. Ambición y pasión por su deporte tiene de sobra.

En el partido por el tercer y cuarto puesto, Alejandro Cañizares cayó ante Johann Carlsson por 2 y 1. Sea como fuere, gran actuación del jugador andaluz en el torneo y paso importante hacia adelante en su objetivo por mantener la tarjeta del European Tour. Por cierto, suma y sigue la Armada esta temporada. La de Otaegui es la séptima victoria española en 2017 entre European Tour y PGA Tour.

Consulta aquí los resultados finales del torneo