Hacía casi un año que Álvaro Quirós no firmaba una tarjeta de 66 golpes. Concretamente, desde el English Championship del pasado mes de agosto en Hertfordshire. Lo de hoy, por tanto, es una magnífica puesta en escena en el Scottish Open de North Berwick. Ha terminado con -5, provisionalmente colocado en el tercer puesto de la clasificación. Una alegría para el cuerpo, pero breve y muy contenida. Que nadie se atreva a lanzar las campanas al vuelo. Álvaro, desde luego, no lo hace. Buena vuelta, sí. Buen resultado, también. Pero al mismo tiempo mucha inseguridad…
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Quirós ha entregado la mejor tarjeta de la temporada en un día donde ha ido de menos a más. En los primeros hoyos no ha terminado de estar a gusto con el swing. No consigue estar tranquilo ni seguro del todo de que la bola va a salir hacia donde quiere. Una buena muestra ha sido el doble bogey del hoyo 2. No ha tenido suerte porque la bola se le ha quedado huevo frito en el búnker de green, pero tampoco ha sido un buen tiro. Ha fallado el hierro 5 once metros a la derecha del objetivo.
Lo importante, eso sí, es que pese a sus dudas consigue pegar golpes muy buenos y está peleando cada vuelta. A veces es complicado, pero lucha por no dejarse llevar por esa intranquilidad y hoy, por ejemplo, ha obtenido la recompensa. Empujado por un gran día en los greenes ha ido remontado la vuelta y ha terminado pegando golpes muy valiosos en los segundos nueve. La clave de su resultado está en el putter. Hace dos semanas alargó la varilla tres pulgadas y ya no siente que está encima de la bola cuando patea. Se encuentra mucho más cómodo. Esa comodidad se ha traducido en muy buenos putts en el Renaissance, como el de 14 metros que ha metido para eagle en el hoyo 7.
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Pese a las inseguridades que aún arrastra Quirós, la realidad es que su swing está mucho mejor, o al menos está más en la línea de lo que está buscando con Pepín Rivero. Cada día le manda vídeos del movimiento y la evolución es muy positiva. De momento, es más un acto de fe en la cabeza de Álvaro, pero al menos física y técnicamente está mucho mejor. Queda convencer a la mente, que no es nada fácil. Mientras tanto, los pies en el suelo, pero un poco más cerca de donde quiere llegar.
El líder del Scottish Open tras el turno de mañana es Jack Senior (-7). El golfista inglés ha conseguido siete birdies sin error. Vuelta de 64 golpes. Un gran resultado para un jugador que no tiene miedo a volar bajo cuando se encuentra a gusto. Sólo este año ha entregado ya 17 vueltas de 68 golpes o menos. Le falta, eso sí, redondear una semana completa, para poder aspirar a su primer triunfo en el European Tour.
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En cuanto a los gallos, el inicio ha sido muy bueno en líneas generales. Arriba se han metido ya Lee Westwood (-6), Tommy Fleetwood (-5), Xander Schauffele (-4) o Robert MacIntyre (-3). Tampoco están mal los resultados de Tyrrell Hatton (-2), Collin Morikawa (-1) o Billy Horschel (-1). Quien sí ha pagado con dureza el regreso a los links es el candiense Corey Conners (+5).
En cuanto a los españoles, más allá de Álvaro, hemos tenido la excelente puesta en marcha de Adrián Otaegui (-3) o Adri Arnaus (-3). Ellos dos, junto con Quirós, están también muy bien colocados en el otro objetivo de esta semana: lograr una plaza en el Open Championship. Se reparten tres para los mejores que haya pasado el corte y no estén ya clasificados. Arnaus, por cierto, está trabajando con un nuevo caddie. Se trata de Steven Tobby, un veterano del circuito. La última bolsa que cargó en el hombro antes de Adri fue la de Zander Lombard.
Las condiciones de juego en el Renaissance, por cierto, han sido magníficas para el turno de mañana. Ha lucido el sol y apenas ha soplado el viento. Difícil jugar con un tiempo mejor en un links escocés.
