No se acostumbra uno, por bueno, al baño de masas anual que se da el golf en Wentworth. Desde el jueves. Más allá de los majors y del festejo verbenero de Phoenix ninguna otra cita goza del colorido y la animación del BMW PGA Championship. En este sentido, el arranque de las Rolex Series tenía el éxito más que asegurado. El año en que este torneo consiga atraer la atención de cinco o seis americanos con cartel, se sale del mapa…
Benditos los miles de aficionados que pudieron seguir ‘in situ’ el juego, porque los que han pretendido hacerlo ‘on line’ con la web del European Tour lo han tenido mucho más complicado. La página estrenaba esta semana nueva imagen y el funcionamiento ha sido poco menos que desastroso; será cuestión de tener un poco más de paciencia. Respecto a los nuevos contenidos, se supone que habrá opiniones para todos los gustos. Ahí va una: mucho diseñito, mucha fotito, muchos videos chulis (que lo son, oiga, que lo son: nosotros mismos les damos cabida en nuestra página) con vocación de virales, pero a la hora de la verdad, hay menos datos e información. Serán los tiempos que corren en casi todos los órdenes de la vida (mucho flu-flu dermoestético y poca chicha y materia gris), pero ¿de verdad no se puede parir un producto moderno, muy de redes, todo muy viral, sin menoscabo de la información?
Johan Carlsson (-6) lidera el torneo y un eficiente y profundo despliegue sueco en la primera jornada. Porque Henrik Stenson (-4) y Alex Noren (-4), con un rango de favoritos mucho más señalado, lo escoltan en el top ten del torneo. El golf sueco, no lo olvidemos, en la semana previa a su torneo (Nordea Masters), aún no ha cantado victoria en la temporada 2017, aunque el precedente no es alarmante: el año pasado, por estas fechas, los suecos tampoco sumaban ningún triunfo y desde finales de junio Stenson y Noren, precisamente ellos, consiguieron seis victorias, con Grande incluido. Sea como sea, su inicio en Wentworth es prometedor.
Eduardo de la Riva (-3) ha sido el mejor de los españoles. Sólida ronda del catalán en un campo que, con o sin cambios, mantiene su esencia de test muy serio. Pablo Larrazábal (-1) es el otro componente de la Armada que ha jugado por debajo del par y ni siquiera él puede descuidarse demasiado para pasar un corte que puede andar el viernes en torno al PAR, depende de cómo y cuánto se levante el viento.
Jorge Campillo (PAR) firmaba finalmente las tablas tras una ronda muy movida y bien luchada y Adrián Otaegui (+1), que venía ganando al campo, finalizaba con un doble bogey en el 18. Le está faltando al vasco un pelín de fortuna y de temple en este largo inicio de temporada. Un poco más complicado lo tiene Álvaro Quirós (+2), que comenzaba muy fallón y marcaba un parcial de cuatro arriba en apenas cinco hoyos, y que luego se iba rehaciendo, al menos para darse una oportunidad si mejora mucho. Lo mismo que Carlos Pigem (+2), Nacho Elvira (+3), que cerraba la vuelta con tres bogeys, y Pep Anglés (+3). Mucho más complicado lo tiene Alejandro Cañizares (+6), que llegaba a esta cita cogido con alfileres en el aspecto físico.
