Hay que ver lo bien que sienta salir a jugar pensando sólo en golf…

En Vilamoura ha comenzado el baile, pero de verdad: el sudafricano Louis De Jager (-8), que llegaba a este Portugal Masters en el puesto 123º de la Race to Dubai, se ha colocado como líder provisional una vez finalizado el turno matutino de juego de la primera jornada, tras entregar una esplendorosa tarjeta de 63 golpes. Eso es una señora declaración de intenciones y lo demás son tonterías, porque De Jager, como otros muchos, aspira a alcanzar ese puesto 117º de la Race que le garantice los derechos de juego completos del circuito europeo para 2020.

Los grandes números y objetivos a tener en cuenta en Portugal

Alejandro Cañizares (-4) tampoco ha comenzado nada mal. Es cierto que en el Dom Pedro Victoria Golf Course, cuyos greenes están más rápidos y nobles que nunca, los birdies campan a sus anchas, pero el 67 que ha firmado el español tampoco se regala. Hay que jugar muy bien (qué bien ha pateado, sobre todo, por los primeros nueve). Necesita algo así como un quinto puesto esta semana para cumplir ese mismo objetivo y va a por ello con toda la intención y las ganas del mundo, pero de momento también se conforma con saborear otros pequeños placeres, tal y como explica el propio jugador: “Hoy es la primera vez en mucho tiempo que salgo a jugar pensando sólo en golf. Llevaba demasiados meses sin disfrutar un poquito en el campo”.

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Ha sido un año muy duro para Cañi. Después de ser padre por primera vez y de disfrutar como se merecía tal buenaventura, su vida y la de su familia daba un giro hostil, puesto que su mujer, Ingrid, tenía que pasar hasta dos veces por el quirófano por culpa de una extraña y persistente infección. A partir de aquel momento, y de ello hace ya unos cuantos meses, a Alejandro le ha costado un mundo centrarse de nuevo en el trabajo. Hoy, al fin, las aguas parecen haber vuelto definitivamente a su cauce, puesto que su mujer está perfectamente sana, igual que la pequeña, que todavía no ha cumplido un año. Así que, como explica el propio Cañi, si no es esta semana, será en la Final de la Escuela, y si tampoco es ahí, lo que de verdad importa al jugador es sentir que vuelve a “jugar un buen golf; entonces, las cosas vendrán por si solas”.

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