Accidentada primera jornada en el Open de Portugal, suspendida definitivamente a las cinco de la tarde por culpa del mal tiempo. Desde primera hora de la mañana las tormentas pasaban cerquita del Morgado Golf Resort, pero el campo de Portimao, con buena cintura, las iba esquivando hasta el punto que el turno matutino de juego en pleno ha podido finalizar sin apenas incidencias, más allá de algún chubasco y del viento, presente en todo momento. Después, por la tarde, el asunto se iba complicando (lluvia torrencial por momentos) hasta que no ha quedado más remedio que suspender el juego. Primero, pasadas las tres de la tarde, de modo provisional, sobre todo a causa de la inundación del algunos bunkers, pues los greenes y las calles aguantaron el envite. Después, al filo de las cinco, de forma definitiva, pues la previsión vespertina era espantosa.
La pregunta que nos hacíamos en la previa del torneo, si los profesionales iban a reventar el Morgado course, podemos contestarla a medias. Por un lado, ahí está el impresionante 63, diez menos en el día, del líder, Matt Wallace (-10), a quien el apellido estilo Braveheart le queda hoy que ni pintado. O el 64 del alemán Sebastian Heisele (-9). Estas cosas pueden pasar con un rough tan absolutamente benigno… Wallace, inglés de 27 años es el mismo que sorprendió a todos el año pasado cuando disputó siete torneos en el Alps Tour y consiguió un tercer puesto, un segundo y cinco victorias consecutivas. Algo tiene un tipo que gana cinco torneos consecutivos, sea en el circuito que sea.
Por otro lado, el repaso al campo tampoco ha sido humillante: el número de jugadores con la tarjeta ya entregada y un resultado por debajo del par era muy similar al de aquellos que no habían podido ganar al campo, bien protegido en algunos hoyos por el viento, como suele ser norma por estos lares.
Con estas coordenadas, digamos que Álvaro Quirós (-3) y Borja Virto (-3) han comenzado con buen pie. Un poco despacio, si los comparamos con Wallace y Heisele, de eso no cabe duda, pero con buena letra. El de Guadiaro, de hecho, llegó a liderar el torneo con un parcial fantástico de cuatro menos por sus primeros seis hoyos, pero después pagaba caro algún error puntual. No obstante, su visión general de la jornada era positiva, consciente de que ahora mismo su objetivo debe ser ir entrando en faena. Virto, por su parte, cerraba una vuelta bastante sólida y moderadamente satisfecho, rematando con un gran putt de birdie desde unos siete metros en el 18. Borja Etchart (PAR) y Álvaro Velasco (+2), que eran los otros dos españoles del turno matutino y, por tanto, con la vuelta acabada, van a tener más problemas para agarrarse a un corte que no se establecerá hasta el sábado a mediodía, en vista del importante retraso.
Por último, hay que anotar que en el momento de la suspensión Pedro Oriol registraba ya un parcial de tres menos en apenas cuatro hoyos. Cuando uno va tan lanzado nunca es una buena noticia la obligación de parar, pero al menos el madrileño se marchaba al hotel con las mejores sensaciones. Algo es algo.
