Miguel Ángel Jiménez (-21) ha sumado su decimoctava victoria en el circuito europeo, tercera de la temporada…
¿Bastaría este leve enunciado para dar por concluido el relato de su triunfo en el Omega European Masters de Crans-Sur-Sierre? Los datos son tan concluyentes, tan absolutamente por encima de la media, que en efecto bastaría.
A la altura del green del hoyo 13 daban ganas de celebrar ya su triunfo. Hasta ahí Miguel no había dado opción ninguna a Edoardo Molinari (-18), su principal rival, que aún firmando el birdie en el 12, todavía estaba a cinco golpes del líder. A la altura del tee del hoyo 16, sin embargo, el negro fantasma suizo que se ha cruzado anualmente en el camino del malagueño durante el último cuarto de siglo, pareció haber reaparecido definitivamente, quién sabe con qué desastrosas consecuencias…
Y es que Molinari le había comido cuatro golpes a Miguel en los dos pares 5, hoyos 14 y 15, enlazando birdie-eagle y coincidiendo con una horrorosa corbata del español en el agujero del 14, donde firmaba el bogey. Para colmo, la salida de Jiménez en ese tee del 16, par 3, era muy defectuosa, pues su bola, después de pegar en un árbol, se quedaba a unos 50 metros de bandera.
Ese fue el golpe. Ahí remataba Miguel su espléndida semana. No era fácil, porque de un plumazo le habían birlado toda su ventaja y el momento era de extrema tensión, teniendo además por delante un golpe que no era de swing entero, muy de sensaciones, ritmo y serenidad… Jiménez la clavó a un metro de bandera y, de paso, complicaba al italiano una molesta salida de bunker. Algo aturullado, Edoardo terminaba haciendo el bogey. Match play puro y duro.
Un birdie mágico del español en el 17, pegando el segundo tiro desde bunker de calle, completaba la faena.
Miguel, con 46 años, ha fracturado al pie de los Alpes cualquier dimensión espacio-temporal, para retroceder más de un lustro, a ese año 2004 que fuera de largo y hasta la fecha la mejor campaña de golf de su carrera. Entonces, con los 40 cumplidos en enero, firmaba un año monstruoso con 4 triunfos (en 2010 suma ya tres…) y cinco top-ten más (en 2010 suma ya tres, además de un 12º puesto en el Masters…). En aquel 2004 terminaba 4º en el Orden de Mérito europeo (hoy marcha 8º y subiendo…). En aquel 2004 se metía en el equipo de la Ryder a las órdenes de Bernhard Langer…
Una confesión: casi desde aquel 2004, para sonrojo de este cronista, no he dejado de preguntarme cada mes de enero: ¿aguantará Jiménez otro año más entregado y competitivo? Afortunadamente él no ha dejado de despejar mis dudas soplando sobre ellas como si fuera vulgar viruta.
