Los entrenamientos de ayer en el Club de Campo Villa de Madrid, previos a la disputa del Mutuactivos Open de España, permitieron disfrutar de un partido muy especial. Por un lado, dos ‘viejos’ rockeros del golf español, José María Olazábal y Miguel Ángel Jiménez, y por otro, los ‘jovenzuelos’ Álvaro Quirós y Gonzalo Fernández-Castaño.
Jiménez, puro en mano, ya ideaba en el putting green cuál podía ser la apuesta para el partido. Un duelo a ‘vida o muerte’ en el que, tras descartar premios en metálico, acordaron poner el juego el pago de la cena, de la que tendría que hacerse cargo la pareja perdedora.
«Yo soy de percebes y buen vino… Que no falten unas cigalas…Cómo voy a disfrutar comiendo a costa de estos dos…», fueron algunas de las frases que es escucharon en el tee del 1 justo antes de que Gonzalo, al contrario de lo que le pedía su compañero Quirós («hay que dejar paso y respetar a los señores mayores»), diera el primer golpe del día.
El birdie con el que Fernández-Castaño completó este primer hoyo hacía presagiar un partido cómodo para los ‘jóvenes’, pero nada más lejos de la realidad. Jiménez y Olazábal lograron llevar la contienda hasta el green del 18, al que Gonzalo y Álvaro llegaron uno arriba.
El madrileño falló desde el tee y dejó solo a su compañero. Quirós, se enfrentaba así a una doble opción de birdie de Olazábal y Jiménez… El primero falló, y el partido quedó en manos de Álvaro. Pero tampoco supo embocar su putt, así que todo dependía del malagueño. Se hizo el silencio (más todavía, porque la grada estaba vacía), putt de unos tres metros y medio… ¡y se escapa por poco!
Así, la victoria fue para los jóvenes, que a buen seguro disfrutaron de una copiosa cena (y cara, muy cara) después de una gran jornada de golf entre amigos.
