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El infierno de Iván Cantero deja una valiosa enseñanza para todos

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Iván Cantero. © Golffile | Oisín Keniry
Iván Cantero. © Golffile | Oisín Keniry

Iván Cantero ha cuadrado la mejor semana de su vida desde que es profesional de golf en el Gran Canaria Lopesan Open. Sus cuatro vueltas de 67 golpes en Meloneras Golf suponen la primera vez que baja del par los cuatro días en un torneo de la primera división. Se marcha, además, con sólo seis bogeys en 72 hoyos y ningún número alto. En cuanto a posición, trigésimo octavo, no es la mejor, pero sus sensaciones al dejar el campo de Maspalomas para viajar al Tenerife Open son imbatibles.

«Me he vuelto a sentir jugador de golf»

El golfista asturiano charla a tumba abierta con Ten Golf después de su gran semana. La sonrisa que se dibuja en su cara lo dice todo, aunque realmente no hace falta rascar ni interpretar ninguno de sus gestos porque él se encarga de hablar muy claro. «Me he vuelto a sentir jugador de golf», asegura sin tapujos ni matices.

Cantero ha pasado un infierno en los últimos tres años de su vida. Desde que se hizo profesional en 2017 y sacó la tarjeta del European Tour al año siguiente lo ha pasado mal. Todo han sido dudas, miedos, incertidumbres… Venía de ser el Número 3 del ranking mundial amateur y se quería comer el mundo, «me creía el mejor», asegura, pero se dio de bruces con la realidad.

En su primera temporada en el Circuito Europeo falló nueve de sus diez primeros cortes, y su mejor resultado en todo 2019 fue un 23º en Chequia. Difícil de asimilar para alguien que venía de pelear por la victoria en cada torneo. Ahora, con el tiempo, tiene claro que no estaba preparado para ese salto. No había recibido la formación que necesitaba para afrontar un episodio tan crucial y el proceso para aprenderlo ha sido duro.

«Lo he pasado muy mal, he tenido muchos problemas dentro y fuera del campo de golf»

Cantero lleva dos años y medio trabajando la parte mental con Joseba del Carmen. Estas sesiones han sido cruciales en este proceso de vuelta. No sólo se trataba de hacer buenos resultados en los torneos, el primer paso era intentar volver a disfrutar en un campo de golf, ya que había dejado de hacerlo. «Lo he pasado muy mal, he tenido muchos problemas dentro y fuera del campo de golf. Llegó un momento en que no me sentía jugador de golf. Había salidas en algunos campos que me ponían tan tenso que no dormía la noche anterior. No disfrutaba nada. Tenía muchos miedos y los esquivaba, ahora también los tengo, como cualquier otro, pero los afronto».

El otro pilar en este complicado e intenso camino de vuelta ha sido Miguel Ángel Duque, su entrenador de técnica. Han trabajado para ser más sólido y a la vista está que van por el buen camino. Todavía queda mucho camino por delante y un margen de mejora enorme, pero lo importante es que Iván se siente de nuevo competitivo, está motivado y se lo pasa bien… Y sólo tiene 25 años. Seguirá fallando golpes, pero lo asumirá como parte intrínseca de su profesión y no serán una amenaza sino un desafío.

El infierno que ha pasado Cantero deja también algunas lecciones muy valiosas para otros. Le preguntamos qué consejo o recomendación le daría a un joven golfista de 20, 21, 22 años que se encuentre en su misma situación, es decir, un amateur que se va a pasar a profesional, o que tiene claro desde muy pronto que se quiere dedicar a competir toda su vida. Iván lo tiene claro. Habla rotundo y directo a esos incipientes valores que se quieren comer el mundo. En toda su reflexión pone de ejemplo a Adri Arnaus. La charla no tiene desperdicio. Aquí se la dejamos. Disfruten…