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Edorta, padre del campeón de Barrika, analiza en Ten-Golf su primer torneo profesional juntos

En el nombre del padre… de Jon Rahm

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Edorta Rahm, Ángela Rodríguez y Jon Rahm posan en el Swilcan Bridge del Old Course. © Getty Images

“Jugar con Jon no es ninguna presión, estoy acostumbrado, jugamos mucho y nos lo pasamos muy bien, otra cosa son los compañeros de partido, jugar con Matthew Fitpaztrick el jueves, con Padraig Harrington el viernes o con Rory McIlroy el sábado en el Old Course. Creo que ese golpe de salida en el tee del 1 de St Andrews con Rory sí va a ser tenso. Hombre, algo impresiona, ¿no?”, comenta Edorta Rahm con una sonrisa nada más terminar su vuelta de prácticas en el Old Course este miércoles.

Edorta y Jon, padre e hijo, han jugado torneos juntos más de una vez, pero claro, eran campeonatos de club, nada tan serio como esto. Será la primera vez que formen pareja en un torneo profesional. La expectación es alta. “Está claro que si yo estoy aquí es para intentar ganar, nada de medias tintas”, comenta medio en broma, medio en serio, con su inimitable sentido del humor y esa pizca siempre presente de ambición que pasó a Jon en los genes.

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Edorta no recuerda la primera vez que jugó al golf con Jon. “Puf, ha pasado mucho tiempo, no sabría decirte”, asegura. En cualquier caso, han jugado un montón de veces juntos, sobre todo en Larrabea, el club del que ha sido socio toda la vida. Al fin y al cabo, fue Edorta quien inoculó el veneno del golf en su hijo. Sí recuerda bien una anécdota cuando Jon tendría unos nueve o diez años. “Recuerdo que estábamos en Larrabea echando un partido en familia, todos juntos, con Angela (madre de Jon) y Eriz (hermano). En el hoyo 1 todos hicimos el par menos él y se enfurruñó. El tee del 2 le di un golpe con el driver en el culo que yo creo que aún tiene la marca”, asegura entre risas.

Jon Rahm, en St. Andrews © Golffile | Thos Caffrey
Jon Rahm, en St. Andrews © Golffile | Thos Caffrey

Aún hoy, Edorta y Jon juegan muchas veces juntos, cada vez que pueden, aunque no tienen muchas opciones por el calendario del campeón de Barrika. “Siempre que viene a España de vacaciones jugamos dos o tres veces, normalmente en La Galea (Neguri). Nos lo pasamos muy bien”, asegura. Tampoco tiene claro el recuerdo de la primera vez que le ganó. “Fue pronto… No tardó mucho. Pero vamos hace tiempo que jugamos Eduardo (un muy buen amigo de la familia), Eriz y yo contra él y siempre nos gana. Desde que tenía 14 años, ya era imposible”, asegura.

Edorta tiene hándicap 11,4, pero en el Alfred Dunhill Links Championship se le aplica una reducción al 75 por ciento, por lo que incluido el slope, calcula que jugará con 9 ó 10. El formato es fourball y sólo cuenta la mejor bola de la pareja. Lo primero será pasar el corte el sábado. Se ganan el derecho de jugar el domingo los veinte mejores equipos.

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Sea como fuere, para un amante del golf como Edorta, el auténtico triunfo es tener la oportunidad de jugar en la cuna del golf con su hijo un torneo del European Tour. Eso ya es un sueño. Lo demás será un añadido. Por cierto, ya ha hecho su propia radiografía de cada uno de los tres campos. “Son magníficos los tres: Kingsbarns me ha alucinado por el sitio en el que está, las vistas, merece mucho la pena jugarlo, Carnoustie por el campo, por lo técnico y difícil que es y el Old Course por la historia”, señala. Eso sí, ojo con St Andrews. “Con buenas condiciones sí se le puede hacer resultado, pero hoy nos ha soplado el viento en contra en los segundos nueve y se hace duro. Jon ha pegado en el 14 (par 5) driver, madera 3 y hierro 6 para llegar a green”, señala.

¿Algún consejo? Se queda con uno que le ha dado Adam Hayes, el caddie de Jon. “En el Old Course siempre hay que fallar el drive por la izquierda, en la derecha estás muert porque tienen los fueras de límites y los búnkers, y el tramo más asquible con los hoyos 8, 9, 10 y 11”, señala. Edorta ha jugado los tres campos, uno cada día. El lunes jugó en Carnoustie, sin Jon porque aún no había llegado de Wentworth y, además, ese campo ya lo conocía del Open Championship del año pasado, el martes en Kingsbarns y el miércoles en el Old Course. Sus armas ya están afiladas. Ahora toca disfrutar y cruzar los dedos para que no llueva mucho.

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