Cuando la lógica se impone en un torneo de golf también es noticia. Louis Oosthuizen (-15) es el nuevo líder en solitario del Open de Sudáfrica tras entregar una fabulosa tarjeta de 64 golpes en el recorrido Firethorn del Randpark Golf Club de Johannesburgo. No hay nadie más favorito que Oosthuizen para ganar esta semana. Es el mejor del ranking mundial y, además, es el campeón defensor del título en este mismo campo. Sobre la mesa es el rival a batir, pero claro, luego hay que salir ahí fuera y ponerse a hacer birdies.
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Eso es exactamente lo que ha hecho este sábado el sudafricano. Ha firmado siete birdies y ningún bogey, mostrando una seguridad y fiabilidad apabullante. Tanto es así que en 54 hoyos sólo ha cometido un bogey.
Si era favorito antes de empezar, ahora con sólo 18 hoyos por delante y uno de ventaja, mucho más. Eso sí, su liderato no quiere decir que el torneo esté ya decidido. Todavía tendrá que sufrir mañana para cantar su segunda victoria consecutiva en el Open de Sudáfrica y la décima de su carrera en el European Tour. La temporada pasada salió el último día con tres golpes de ventaja y acabó ganando por seis.
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Sus principales rivales para el triunfo son Marcus Armitage (-14), que hoy realizó 62 golpes, Jaco Ahlers (-13), Andy Sullivan, Jayden Schaper, Martin Rower, Jacques Blaauw y Branden Grace, todos ellos a tres golpes con -12. Ciertamente, parece que el rival más peligroso de Oosthuizen es Grace. Desde luego, es de esos jugadores capaz de entregar una tarjeta muy baja cuando es necesario.
Conviene resaltar también el aguante en la zona noble de la clasificación del joven amateur de 18 años, Schaper, algo que no ha logrado el líder después de la segunda jornada, Tappio Pulkkanen (-10).
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Hay que recordar que los dos españoles en liza, Alejandro Cañizares y Carlos Pigem, fallaron el corte después de la segunda vuelta.
