Adrián Otaegui ha tenido esta semana un inevitable y fantástico ‘deja vu’ cuando ha pisado por primera vez el recorrido de Dundonald Links, sede del Open de Escocia que arrancará el próximo jueves. Automáticamente, su cabeza se ha ido siete años atrás, a 2010, y más concretamente al mes de agosto. Y es que Dundonald fue uno de los campos que acogió el British Boys de 2010, torneo que acabó ganando el golfista vasco dejando en su memoria un recuerdo imborrable.
Fue una victoria extraordinaria en el que probablemente es el campeonato más prestigioso de su categoría. Con aquel triunfo, unió su nombre al de otros españoles que ya figuraban en aquel poderoso palmarés como Sergio García, Jose María Olazábal, Emilio Cuartero, Francis Valera, Pablo Martín, Alfonso Gutiérrez o Jesús López.
La victoria, como es lógico, lo inunda todo, pero hay otros sucesos paralelos que ocurrieron aquella semana que le añaden aún más pimienta a la historia, detalles curiosos y hasta emotivos. Una de las imágenes principales de aquel British Boys es el abrazo gigante en el que se fundieron Otaegui y Jon Rahm cuando el donostiarra consiguió el pase a la final. ¿Cómo? ¿Has dicho Jon Rahm? Y qué pinta el de Barrika en esta historia… Aquí viene la gran anécdota…
Jon Rahm estaba también jugando aquel British Boys, pero cayó eliminado en octavos de final por Julien Brun. A partir de ese momento, se colgó al hombro la bolsa de su buen amigo y compañero de habitación aquellos días, Otaegui. Juntos superaron los cuartos en un partido agónico a 22 hoyos contra, precisamente, Brun, las semifinales ante Aaron Leitmannstetter y ganaron la final frente al alemán Max Rotluff (4 y 3), jugador que curiosamente sería después compañero de Rahm en Arizona State.
Dundonald acogió una de las dos primeras rondas de aquel British Boys, mientras que Kilmarnock fue la sede del match play y, por tanto, de la final que ganó Otaegui. Son recuerdos que se agolparán esta semana en la cabeza de Otaegui y que compartía con Tengolf en este vídeo grabado la semana pasada en Irlanda del Norte. “Tengo muy buenos recuerdos de aquella semana. Por ejemplo, la cantidad de fotos que nos hicimos Jon y yo con el trofeo en la habitación o lo que me decía cada vez que le devolvía un hierro largo… Si no lo tengo ni que limpiar…”, en referencia a los golpes bajos, casi filazos, que pegaba Adrián desde el tee para aprovechar todo el juego que ofrecía el campo links y que finalmente fue una de sus grandes armas para ganar aquella semana.
Se da la circunstancia de que siete años después, Otaegui regresa a Dundonald y lo hace apenas unas horas después de que Jon Rahm haya ganado su primer torneo en el European Tour.
Aquí os dejamos el vídeo de Otaegui contando aquella semana que estos días vuelve a su memoria.
