Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Fernández Castaño se exhibe en un infierno

Fernández Castaño se exhibe en un infierno

Compartir

No hay descanso para los muchachos del European Tour. El turno matutino de juego de la primera jornada del Open de Gales, ya finalizado, viene a ser algo así como una continuación de las dificultades que encontraron la semana pasada en Wentworth…

El viento, muy duro, ha terminado de dificultar el juego en un campo, el Twenty Ten de Celtic Manor (Newport, Gales), que ya estaba algo más que peleón, con unos greenes muy duros, igual que las calles. El vendaval ha sobrepasado, por momentos, los treinta kilómetros por hora de intensidad y el infierno se ha abierto a los pies de los profesionales.

Tan solo siete jugadores del turno de mañana, que se dice pronto, terminaban bajo par. Lee Slattery (-4), sublime en las recuperaciones alrededor de green, es el líder. Y Gonzalo Fernández Castaño (-2) es uno de los siete magníficos que ganaban la batalla al campo.

El madrileño ha cambiado el chip de unas últimas semanas muy inconsistentes, precisamente en una jornada en la que cualquier despiste o falta de concentración podía llevarte al desastre. Excelente su rendimiento con el putter y, en general, digna de todo elogio la solidez de su juego. Una demostración en toda regla de lo que Gonzalo es capaz de dar, jugando al lado del capitán europeo de la Ryder, José María Olazábal (+5) y de uno de los jugadores más en forma del año, Paul Lawrie (+3), que han sucumbido, como la gran mayoría.

Puestas así las cosas, el 73 de José Manuel Lara (+2) no es un mal resultado, ni mucho menos. Muy duro ha sido el final de Alejandro Cañizares (+5), que venía al par en el día a falta de tres hoyos, pero finalizaba con un triple bogey. Nacho Garrido (+4), Carlos del Moral (+4), Jorge Campillo (+5) y Jordi García (+9) completan la actuación matutina de la Armada.

Los desastres están a la orden del día. Los ‘ochentas’ no van a ser hoy excepcionales y quizá sobrepasen la veintena… Gary Boyd (+17) se lleva la desgraciada palma en este sentido, con dos séxtuples bogeys en su vuelta.