El viernes por la tarde se producía en el hoyo 18 una de esas historias curiosas que merece la pena contar al detalle…
Llegaba al final del recorrido el partido Ross Fisher y Jeev Milkha Singh. El inglés pegaba una terrible escapada por la izquierda en su segundo tiro. Ya saben lo que ocurre en estos casos: algunos gritos de caddies y jugadores avisando del misil descontrolado a los aficionados que se encuentran en la zona de peligro, y estampida más o menos organizada de éstos tratando de evitar el bolazo…
Hubo un aficionado que no pudo escapar. La bola de Fisher le pegó en la espalda y salió rebotada, todavía sin control alguno. E inmediatamente, otro espectador de nacionalidad sueca, en un acto de reflejos digno de Iker Casillas, cogió la bola al vuelo… Así, como lo leen. Enseguida, todavía sorprendido por lo que acababa de hacer y avisado por otros aficionados que le rodeaban, la soltó, y la bola se fue al borde del camino por el que transitaba nuestro protagonista sueco.
Cuando llegó Fisher al lugar de los hechos, nadie se ponía de acuerdo sobre lo que había ocurrido. Pero el director del torneo, José María Zamora, lo había visto todo por televisión y a través del walkie dio las instrucciones oportunas. Segun la Regla, Fisher tenía que dropar sin penalidad justo en el lugar donde el espectador había ‘cazado’ al vuelo la bola. Y el inglés terminó golpeando desde el mismo camino de cemento porque el alivio que tenía sin acercarse a geeen le hubiera dejado una posición injugable sobre unos matojos.
En realidad, y esto quizá sea lo mejor del asunto, Fisher podía haberse ahorrado todo el lío, puesto que concediendo el hoyo a Singh no tenía ningún problema para pasar a semifinales. Pero seguramente no estaba seguro de si esa acción afectaba a la clasificación de sus compañeros en el grupo (tampoco afectaba de niguna manera), ya que no se cobra lo mismo quedando cuarto de grupo que tercero o segundo… El espectáculo es el espectáculo y la competición es la competición, y bajo esta premisa actuó el bueno de Ross, que desde el camino la dejó en un bunker, de ahí se pasó el hoyo unos siete metros y terminaba firmando un bogey…
