Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Jorge Campillo, de nuevo a una sola brazada de la orilla

Jorge Campillo, de nuevo a una sola brazada de la orilla

Compartir
Jorge Campillo en la ronda final del Oman Open. © Golffile | Phil Inglis
Jorge Campillo en la ronda final del Oman Open. © Golffile | Phil Inglis

Kurt Kitayama (-7) ha ganado un Oman Open con un perfil acentuado de ‘thriller’, al modo que se enseña en la academia. Que no falte un solo ingrediente: emoción, incertidumbre, alternativas y, por supuesto, drama y triunfo final del bueno. Es la segunda victoria en el circuito europeo del joven estadounidense (tiene 26 años), surgido casi de la nada en este tour y que apenas ha necesitado once torneos para tener ya la parejita. El año pasado el indio Sharma había necesitado llegar al décimo intento para ganar por primera vez y en el decimotercero rubricaba el segundo triunfo; Kitayama se estrenaba al tercer intento y ha ganado por segunda vez en el undécimo…

Jorge Campillo (-6), sin embargo, aún tendrá que esperar para estrenarse. Cada cual baila el son que puede y le dejan, y es una evidencia que al extremeño nadie le va a regalar nada. Él lleva ya 225 torneos disputados en el circuito europeo y aún no ha ganado, con cinco segundos puestos a sus espaldas, incluyendo éste en Omán, y trece top 5, seis de ellos en los últimos doce meses…

Campillo crea de la nada una opción de victoria en Omán

De nuevo se queda a una brazada de la orilla por cuestión de detalles y, una vez más, cuesta una barbaridad exigirle más de la cuenta. Al fin y al cabo, ahí ha estado, ha jugado de maravilla, seguramente durante más tiempo (más hoyos) que el resto, lo ha rondado, ha superado obstáculos poco menos que insalvables (aquel séxtuple bogey…) para ganarse la categoría de claro candidato al triunfo cuando de verdad importa, el domingo, y ha firmado la mejor tarjeta de la última y decisiva vuelta. Y sin embargo…

“Oye, tú, que nos quedamos sin bolas”

Este ‘sin embargo’ es el que Jorge debe eliminar de la ecuación, siquiera una sola vez. No queda más remedio si de verdad se aspira a tocar la gloria, a dar el salto a otra dimensión. Porque, al final, siempre ocurre algo que lo deja con la miel en los labios. Jugando hoy un golf de cinco estrellas, imperial, marchaba cuatro menos en la última vuelta después de nueve hoyos, seguramente los más complicados del Al Mouj Golf, pues había salido a jugar por el 10. En aquel momento ya era líder del torneo. Luego, el viento y las apreturas propias de la situación lo frenaban ligeramente, lo suficiente como para que no pudiera rematar la faena a lo grande y dejar ahogados al resto de candidatos, con un resultado ya puesto en la casa club que moviera de verdad las sillas, aunque al final casi le llega para salir a lo que hubiera sido un multitudinario desempate.

Él mismo señalaba al acabar que por sus segundos nueve hoyos había tratado de ser inteligente y de jugar algo más conservador para no cometer errores… ¿Se le puede echar algo en cara a quien, sea como sea, ha entregado el mejor resultado en la ronda decisiva? Da la sensación de que no sería justo. ¿Le ha faltado algo o es que sencillamente, una vez más no se han alineado los planetas? Si acaso, un deseo más ferviente, una mayor determinación, sobre todo en vista del golf majestuoso que ha mostrado durante la mayor parte de los 72 hoyos.

Kurt Kitayama posa con el trofeo de ganador del Oman Open. © Golffile | Phil Inglis
Kurt Kitayama posa con el trofeo de ganador del Oman Open. © Golffile | Phil Inglis

Por aquello de los retrasos, Kitayama se subía ayer al tee del 1 a las 17,10 horas locales para iniciar su tercera ronda. Y arrancaba con una serie exterminadora: cuádruple bogey en el hoyo 1, bogey en el 2 y otro bogey en el 3. Pero no le dio tiempo a jugar nada más, por falta de luz, y probablemente en esta circunstancia se fraguaba también su triunfo. Detalles, detalles… En todo caso, a quien sale vivo de semejante socavón hay que darle todo el crédito. Kitayama no parará hasta acabar en el PGA Tour, su gran objetivo, y hay que reconocer que se trata de un jugador que viene ‘full equipe’: pega muy duro a la bola, tiene un juego corto mucho más que aseado, no le cuesta demasiado poner el putter al rojo vivo y su cabeza rige templada cuando la presión aprieta. Hoy sacaba adelante dos birdies seguidos y definitivos en los hoyos 16 y 17, el segundo desde unos cinco metros, y cerraba la ronda con un 18 inmaculado, muy entero y sin mayores apuros. Por el camino se habían quedado Sordet, Zanotti, Hansen o Kieffer, jugadores que disfrutaron todos ellos de situaciones pintiparadas en la recta final para haberse llevado el gato al agua, y que sin embargo cometieron errores más o menos sorprendentes para dejar abierta la puerta al americano, mientras Campillo se comía las uñas en la casa club, cavilando acerca de si ese resultado de -6 que había puesto iba a servir al menos para salir a desempatar.

Stone ríe en este valle de lágrimas y Campillo sobrevive a un shock mortal

Igual de increíble hubiera resultado una victoria de Campillo después de aquel ‘9’ en el hoyo 5, par 3, e igualmente debe valorarse su resiliencia, porque además a él no le salvó la campana del anochecer y la falta de luz; él tuvo que capear el temporal en el campo, con trece hoyos por delante y rachas de viento de 50 kilómetros por hora. Se mire por donde se mire, la semana del español ha sido magnífica y así hay que reconocerlo, rematada con una larga jornada de golf espléndida, pues hoy ha jugado 28 hoyos y sacaba adelante un parcial de seis menos en este tramo. Sólo a él corresponde encontrar el modo de dar esa última vuelta a la tuerca…

David Borda en la jornada final en Al Mouj Golf. © Golffile | Phil Inglis
David Borda en la jornada final en Al Mouj Golf. © Golffile | Phil Inglis

El torneo nos ha dejado también el mejor resultado de David Borda (+1) en el circuito europeo (puesto 23º), que además ha llegado después de entregar, igual que Campillo, el mejor registro de la última ronda, un 69 que habla muy a las claras de lo que es capaz el navarro, porque las condiciones de juego no eran sencillas, ni mucho menos. Da la sensación de que su adaptación al nuevo medio está quemando etapas con celeridad y que en breve lo podemos ver luchando por objetivos más jugosos.

Consulte aquí los resultados del Oman Open