No está siendo el BMW PGA Championship, primera parada de las novedosas Rolex Series, un torneo muy propicio este año para la Armada española. Entre los treinta jugadores que quedan por debajo del par después de 36 hoyos no hay ninguno de los nuestros, que están sufriendo de lo lindo en el West course de Wentworth. De hecho, sólo Pablo Larrazábal (+1) y Jorge Campillo (+1) han conseguido pasar un corte que se iba finalmente hasta el +2.
No hay que restarles méritos al barcelonés y al extremeño. Porque en realidad, tampoco nos equivoquemos, está sufriendo la gran mayoría: la exigencia del recorrido inglés, tremenda, está respondiendo al calado de la cita, de eso no cabe ninguna duda, y ya no queda nadie libre de bogeys. Cada hoyo era una auténtica batalla. Eduardo de la Riva (+4), el mejor de la Armada tras la primera jornada, caía hoy víctima de las dificultades del día. Francesco Molinari, Scott Jamieson y Thomas Pieters son los líderes con un acumulado de -7, y por detrás acechan hombres como Stenson (-5), Westwood (-5), Grace (-5) o An (-4).
Hay que anotar que hoy la dureza de los greenes daba dos vueltas de tuerca más y, para colmo, a partir del mediodía se levantaba con decisión el viento… Todo un pequeño gran infierno, aún más para los jugadores que han salido a jugar en las últimas horas, como por ejemplo De la Riva. El filtro de la excelencia está funcionando y de qué manera, así que quien gane esta semana será con casi total seguridad un jugador con galones, o bien uno que pase por un punto de forma muy fino.
La pregunta ahora es: ¿seguirán apretando las tuercas y, según sea, el ganador alcanzará el domingo el doble digito bajo par?
