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La Armada nos regala una jornada brutal y promete un final de locura

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Adrián Otaegui durante la tercera jornada del Volvo China Open. © Golffile | Phil Inglis
Adrián Otaegui durante la tercera jornada del Volvo China Open. © Golffile | Phil Inglis

Adrián Otaegui (-12) es colíder del Volvo China Open junto a Matt Wallace después de firmar en la tercera jornada un 67 limpio y profundo. Jorge Campillo (-11) es tercero tras entregar un 68, a un solo golpe de la cabeza. Y Nacho Elvira (-10) saldrá en la ronda definitiva a sólo dos golpes de los líderes tras firmar un 70. Esta es la fantástica descripción telegráfica de la situación en el Topwin Golf (Huairou, Pekín, China) y en lo que concierne a las opciones del golf español, que como se ve son muchas y variadas. El repóquer de candidatos de ayer, eso sí, se ha transformado en un trío sólido (todo no se puede tener), porque Pablo Larrazábal (-6) se ha quedado muy lejos con su 71 de hoy y Álvaro Quirós (-2) sufría un final de vuelta de lo más accidentado con un triple bogey definitivo en el 17.

VÍDEO: Elvira dejó también este golpe para el recuerdo en Pekín

Sirva esta radiografía somera como aperitivo porque la jornada, emocionante a rabiar, ha tenido de todo. Comenzando por el 65 de Alex Levy (-9), el ganador de la semana pasada en Marruecos, que saliendo a jugar cuatro horas y media antes que el partido estelar conseguía meterse en la lucha por el triunfo. Más madera con el ‘kamikaze’ galo en la pomada…

Adrián Otaegui ha dado hoy una lección de paciencia y sangre fría

La erupción del volcán Otaegui también es digna de mención, más que nada por la lección de paciencia y sangre fría: después de encadenar siete pares, con la certeza de que le estaban pasando jugadores en la tabla por derecha e izquierda en una jornada donde los birdies eran moneda corriente, se ponía al fin el vasco a enchufar a diestro y siniestro hasta cinco putts consecutivos entre los hoyos 8 y 12, un torbellino que al final fue suficiente para alcanzar el liderato.

Campillo está otra vez un domingo con serias opciones de triunfo

Algo parecido podría decirse de Campillo, que con un bogey en el hoyo 1 desaparecía del radar. Pero anclado a la solidez actual de su juego y aunque fuera sin su mejor versión, poco a poco iba remando y aguantando posiciones hasta producir, eso sí, un sobresaliente final de vuelta, con tres birdies en los últimos cuatro hoyos, incluyendo uno estratosférico en el hoyo 17, que es junto al 14 el más difícil del campo, y donde hoy sólo tres jugadores lo han hecho. Y ahí está, otra vez un domingo con serias opciones de triunfo, cada vez más cómodo en esta situación, más hecho, más maduro… Falta la guinda, el último giro para completar el triple mortal de los campeones.

A Nacho le ha salvado hoy su fantástica actitud en el campo

Elvira, por su parte, venía jugando como los mismos ángeles en el partido estelar junto al granítico Wallace (qué manera la del inglés de salvar situaciones delicadas). Quizá sea arriesgado asegurar que el español era el mejor jugador sobre el campo de tee a green, pero si no era así, cerca estaba. Después de hacer birdie en el 2 seguía dejándose opciones en cada green, algunas de ellas objetivamente claras, pero ningún putt parecía dispuesto a llevar la bola a la cazoleta. Hasta que al fin caía el segundo birdie en el hoyo 11… Acto seguido, el golf le iba a mostrar el rostro ceñudo y displicente que tan a menudo gasta. Dos errores en los hoyos 12 y 13 se transformaban en sendos bogeys y, además, fallaba también la salida en el 14, el otro monstruito del recorrido chino, y la fallaba bien fallada, a la izquierda, rumbo a los árboles.

Elvira pidió un dropaje sin penalidad en el hoyo 14 porque la bola realmente parecía estar en un terreno hoyado por un animal, y se le concedió

El revolcón estaba siendo duro y el torneo se le escapaba sí o sí de las manos. Sin embargo, a Nacho le ha salvado hoy su fantástica actitud. Mantuvo la calma, miró y remiró la posición de la bola, que estaba pegada a un árbol sin posibilidad alguna de tirar a green, pidió un dropaje sin penalidad porque realmente parecía estar en un terreno hoyado por un animal, se lo concedió un árbitro, se abrió así un hueco entre la espesura y a continuación pegaba un hierro 5 majestuoso, templado y cerrando, brutal en su diseño y ejecución, rumbo a la mismísima bandera. Sangre cántabra corre por sus venas…

VÍDEO | La increíble recuperación ‘a ciegas’ de Nacho Elvira en China

Después de sacar adelante un par magnífico en el 17 tras fallar de nuevo la calle, la apoteosis, sin embargo, llegaría en el 18. En este par 5 erraba otra vez la salida por la izquierda. Esta vez sí tenía tiro a green, aunque fuera ciego, y pegaba el que será probablemente uno de los hierros 4 de su vida para dejarse una opción clarísima de eagle, botando la bola plena de control delante de la bandera y hasta coqueteando con el albatros. Ni en el 14 haría finalmente el birdie, ni en el 18 el eagle, porque no tenía el día perfilado en los greenes y no hay más que hablar, pero había salido con brillantez del escollo, como hiciera tantas y tantas veces el gran genio cántabro, y aún se arrimaba lo suficiente a la cabeza como para pensar que pueda al fin cantar su primera victoria en el circuito europeo.

Consulte aquí los resultados en directo

Tres españoles en el top ten tras la tercera ronda del Volvo China Open