Rafa Cabrera Bello se fue del Open de España antes de tiempo. Se quedó a un solo golpe de meterse en el corte tras un bravo intento de remontada el viernes. Firmó una tarjeta de 68 golpes el viernes. Aún así, el canario no se fue por la puerta de atrás, ni mucho menos. Quizá no ofreció su mejor golf en el campo, pero fuera de las cuerdas nos dejó dos lecciones que conviene destacar.
La primera fue antes del torneo, demostrando un enorme compromiso con el golf español. Tenía difícil acudir al Open por una cita anterior en California que no podía cancelar, pero no dudó en arrimar el hombro y hacer un esfuerzo. Sabía que tenía mucho más que perder que ganar, ya que no era la preparación idónea para un torneo, y no olvidemos que hablamos de un top 25 del mundo. Pero era el Open de España y entendía que debía estar apoyando, aunque no fuera de la mejor manera.
Además, pese a no estar bien por el jet lag, sobre todo porque no poder dormir ni descansar demasiado por las noches, sí consiguió estar en la pelea por pasar el corte. Hasta el punto de tener un putt de birdie en el hoyo 18 para jugar el fin de semana.
La segunda lección que nos ha dejado Rafa se produjo tras firmar la tarjeta el viernes. Obviamente, el canario no estaba satisfecho con el resultado, sin embargo su discurso fue extraordinario, sereno, agradecido. Se acordó del público de manera especial, con unas palabras muy emocionantes y sinceras. Y eludió cualquier explicación que pudiera sonar a excusa, precisamente por su preparación del torneo. Rafa aseguró que el público ha estado de 11 esta semana. Pues bien, el canario ha estado a su altura. Aquí os dejamos sus palabras ayer al acabar…
