Domingo de sillón y palomitas. Acomódense. En Turín echan un Spaghetti Western que promete: Tres hombres y un destino, con Gonzalo Fernández Castaño, Rafa Cabrera Bello y Pablo Larrazábal…
El destino no es otro que levantar el trofeo de ganador del BMW Italian Open, y para ello restan dieciocho hoyos por jugar. El primer objetivo será dar caza al líder, el sudafricano Garth Mulroy (-17). Quizá no tiene mucho nombre, pero no es un convidado de piedra. Nadie en el Circuito Europeo es un convidado de piedra. Mulroy, además, ganó hace bien poco. Se impuso en el Alfred Dunhill Championship a finales de 2011. Es un hueso y bien lo ha demostrado hoy con una vuelta de 66 golpes con un solo bogey.
Veremos cómo aguanta el último día la presión de llevar a tres españoles subidos en su cogote en una ronda en la que no queda otra que hacer birdies a tutiplén. Es más, cuando salga a jugar es posible que ya no sea el líder del torneo. Más carga psicológica.
Cualquiera de los tres españoles puede dar el domingo el tiro de gracia al torneo. Gonzalo Fernández Castaño (-16) dispara desde la mejor posición, a un solo golpe de la cabeza. El madrileño no se sale de la vía. Hoy ha hecho 67 golpes con la misma hoja de ruta: si caen bogeys, que caigan, que ya vendrán birdies… Así se ha hecho siete birdies, un eagle, cuatro bogeys y seis pares. Nervios bajo control y dominio de la situación. Es la habilidad del marinero que disfruta en la marejada. Paciencia. Con esas coordenadas se sacaba de la chistera dos sensacionales birdies en el 17 y el 18, aguantando el tirón de marchar junto al mejor jugador del día, Mulroy.
Gonzalo mantiene las buenas sensaciones con el juego largo y, sobre todo, sigue pateando de cine. Está a gusto en los greenes del Royal Park i Roveri y este pequeño detalle podría ser decisivo el último día. Además, tiene ganas de quitarse la espina del domingo pasado en el KLM Open.
Otro que quiere borrar ese mal recuerdo es Pablo Larrazábal (-15), a dos golpes del líder. El domingo pasado estuvo hasta el último aliente luchando por la victoria en Hilversumsche. Y Pablo no es de los que suele perdonar demasiado. Se le presenta una nueva oportunidad y lo tiene muy claro: si el putter acompaña estará luchando por el trofeo. No hay más. Su juego largo no puede estar mejor. Hoy fueron ocho calles y 16 greenes. Espléndido. Quien tenga alguna duda de que peleará a cara de perro el domingo es que no ha visto su hoyo 18 (par 5) hoy. Se marchaba al agua de dos y clamaba al cielo. Espantaba así todos sus demonios. Reseteaba. Sí, su archiconocido y fructífero reseteo. Acto seguido ejecutaba un brillante approach tendidito por la línea exacta y metía el putt para par. Voilá. Aquí no ha pasado nada. Que nadie se le ocurra tacharlo de la lista antes de tiempo…
Y junto a Pablo, en el penúltimo partido, otro español: Rafa Cabrera Bello. No se puede pedir mucho más. El canario marcha en Turín subido en una aplanadora. Solidez extrema. Ha hecho un bogey en 54 hoyos. Su tarjeta volvía a estar limpia hoy. Siete birdies y mejor vuelta del día junto a Matteo Manassero, el héroe local, y Nicolas Colsaerts, ambos con -13. Los dos saldrán el domingo justo en el partido de delante de los españoles. Precioso.
Cabrera ha cogido 16 greenes, o lo que es lo mismo, en 54 hoyos sólo ha dejado siete vivos… Espectacular.
Empatados con Manassero y Colsaerts, a dos golpes de Rafa y Pablo, tres de Gonzalo y cuatro de Mulroy, se encuentran Martin Kaymer, otro hombre Ryder, Philip Price, Richard Bland y Gregory Bourdy. Lo lógico es que el ganador en el Royal Park i Roveri salga de entre estos diez primeros clasificados.
Una tarde de domingo para disfrutar. De cine.
