Miguel Ángel Jiménez (-6) se ha dedicado este año sobre todo al PGA Tour Champions, el circuito senior norteamericano en el que sigue brillando, disfrutando y viviendo muy bien de su profesión. Lo que no quita para que todavía, de tanto en tanto, rumbo hacia los 54 años de edad, se dé una vuelta por su antigua morada y le propine una sonora patada en el culo a todos los jovencitos, o no tan jovencitos. Es lo que ha hecho hoy en el Crans-Sur-Sierre Golf Club suizo, donde se ha disputado la primera jornada del Omega European Masters en la que el español ha brillado en el turno matutino con una tarjeta de 64 golpes que le ha llevado a lo más alto de la clasificación. Y eso que comenzaba con un bogey en el hoyo 11…
Miguel incombustible. Hace unas semanas terminaba con un 67 el domingo en el Open de Irlanda y torcía el gesto. «El campo estaba para hacerle muy pocas», nos dijo. Puede que cumpla años, pero de autocomplacencia, nada de nada. Por eso, además del talento, claro, puede seguir mostrándose algo más que competitivo en rondas como la de hoy. Mucho más en campos donde la pegada y la distancia todavía no son imprescindibles.
Jiménez comparte liderato con el inglés Tyrrel Hatton y el australiano Scott Hend después de jugar los últimos 16 hoyos del recorrido con un parcial de siete menos. Este 64 es su mejor ronda en el circuito europeo desde el 63 que firmara en noviembre de 2014, hace casi tres años, en Turquía, aunque en aquella ocasión fuera para un parcial avasallador de nueve menos. Después, es cierto, también firmaba un 65 en la última ronda del Open de Italia de 2015 en un campo de par 72, y que por tanto significó un registro de siete menos en el día.
Afortunadamente, el de Churriana no es el único español que arranca la semana en la zona de privilegio. Carlos Pigem (-4), en el top ten del torneo, ha cerrado asimismo una excelente primera ronda de 66 golpes, impoluta, libre de bogeys, dejando claro esta vez que en efecto su juego, muchas de sus sensaciones, estaban ya hace algún tiempo por encima de los resultados.
Pablo Larrazábal (-2), con 68 golpes, se mantiene bien situado, a sólo cuatro golpes de los líderes, tras una ronda bastante movida, con cuatro birdies y tres bogeys. Ha jugado en el turno de tarde donde, por lo general, se han visto peores resultados que durante las primeras horas del día.
Álvaro Quirós (-1), por su parte, libraba una peculiar e irregular batalla con el campo suizo, donde normalmente suele tener problemas a la hora de medir las distancias por aquello de la altura, con victoria final gracias a los dos eagles y el birdie que anulaban hasta cuatro bogeys. Adrián Otaegui (-1), también con una tarjeta de 69 golpes, tenía una tarde bastante más calmada, con tres birdies y dos bogeys.
Nacho Elvira (PAR) entregaba una tarjeta con cuatro birdies, un doble bogey y dos bogeys para firmar las tablas. Mismo resultado que Eduardo de la Riva (PAR). Peor le fueron las cosas a Jorge Campillo (+2), con un discreto 72 penalizado por un doloroso doble bogey en el hoyo 4; y a Javier Ballesteros (+8), que no logró cazar ningún birdie tras salir en el penúltimo partido de la jornada.
