Jason Scrivener (-14) y Nick Flanagan (-14) lideran el ISPS Handa Vic Open, sección caballeros, después de la segunda jornada. En realidad, hasta cinco australianos copan las primeras cinco plazas de la clasificación, los dos citados, además de Ormsby, Jager y Kennedy. No es tarea sencilla ir a las antípodas y birlarles el pan a los ‘aussies’.
Scrivener, para más señas, viene haciendo los deberes con diligencia en esta temporada 2019, hasta el punto que oficiosamente ya tiene asegurados los derechos de juego en el circuito europeo para 2020, después de acabar tercero en Hong Kong, sexto en el Australian PGA Championship y séptimo en Dubai. Una victoria, eso sí, podría llevarlo a las puertas del top-100 mundial, si no dentro, donde no ha estado jamás, y confirmar así el salto definitivo a otra dimensión.
Pico y pala para superar con nota la primera criba (vaso medio lleno)
Adrián Otaegui (-5) se ha metido muy justito en el primer corte del torneo (habrá otro después de la tercera jornada) tras firmar un 69 en el Beach course del 13th Beach Golf Club (Victoria, Australia), finalizando además con un birdie salvador en el 18. El segundo corte lo pasan los 35 mejores, que ahora mismo se encuentran a dos golpes del vasco. Es una desventaja que bien puede anularse, aunque para ello va a necesitar cerrar al fin una ronda explosiva. En la segunda jornada, eso sí, se ha frenado sustancialmente el frenesí de birdies del jueves y basta un dato para certificarlo: en la primera ronda se dieron hasta 31 tarjetas de 66 golpes o mejores y en la segunda sólo se ha llegado a 12.
En Australia ha ocurrido de todo y casi todo acababa en birdie…
David Borda (-2) estaba metido dentro del corte a falta de dos hoyos, acabando por el 9 y justo después de hacer dos birdies precisamente en los hoyos 6 y 7. Sin embargo, un triple bogey devastador en el 8 lo dejaba fuera y sin margen alguno para la recuperación. Iván Cantero (-3) y Jorge Campillo (-2) han mejorado sus prestaciones, pero sendos dobles bogeys en sus tarjetas han resultado un lastre excesivo, teniendo en cuenta que las condiciones de juego eran algo más complicadas y que ellos necesitaban un gran registro para meterse en el fin de semana.
