Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Pablo gana… Y el golf español se forra

Pablo gana… Y el golf español se forra

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Pablo Larrazábal (-16) ha ganado el BMW International Open en una jornada especial para el golf español. Muy especial…

Primero, porque el barcelonés es uno de los jugadores que merecía más un triunfo de todo el panorama internacional, a tenor de sus méritos recientes, de su golf apasionado, del espectáculo que brinda.

En segundo lugar, porque ha firmado su victoria, la segunda de su carrera, después de cinco hoyos de desempate ante Sergio García, lo que en sí mismo es una fantástica noticia para nuestro golf. Después de una notable semana en Congressional, el de Borriol confirma que está definitivamente de regreso.

Hay más razones. Para empezar, ambos se han metido con este resultado en el próximo British. Por no hablar del importante salto que ambos van a experimentar en el ranking mundial. Uno, Pablo, para meterse ya mismo dentro del top-100 del mundo (alrededor del puesto 90º), que ahora mismo le daría plaza en el PGA, cuarto 'major' de la temporada; y el otro, Sergio, para recuperar terreno y reconquistar poco a poco su sitio en el golf mundial, que no es otro que el top-ten. Se acercará mucho al puesto 50º con este segundo lugar. Además, a Larrazábal se le abren otras puertas de enorme prestigio como son los dos últimos World Golf Championship de la temporada: el Bridgestone y el HSBC. Casi nada.

Pero, quizá, lo que hace más especial esta jornada para el golf español ha sido, lisa y llanamente, lo que se ha visto en el campo. Ellos han movido los hilos del torneo cuando se reparte el bacalao, el domingo. Para bien, casi siempre, y también para mal en los momentos más delicados, que han sido los menos. Todo lo que ocurría en el campo, en realidad, parecía depender de ellos.

Ellos, y sólo ellos, parecían por momentos llevar el resultado ganador más allá del veinte bajo par (mucho ojo, porque habían partido de un -12). Flotaban en una magnífica burbuja de concentración a años luz del resto después de once hoyos. La secuencia de Pablo y Sergio entre los hoyos 6 y 11 ha sido escalofriante. De acuerdo que en ese tramo hay tres pares 5 (6, 9 y 11), pero nadie se ha acercado hoy a sus registros. Larrazábal se marcaba en estos seis hoyos un parcial de cinco abajo; Sergio firmaba dos eagles y acumulaba un siete abajo…

Ellos, es cierto, también han metido en el torneo a unos cuantos jugadores en el último tercio del recorrido. Han aparecido los nervios, la tensión ha hecho mella y y los bogeys han caído por su propio peso… ¿Nos vamos a escandalizar ahora por esto? Ocurre casi todos los domingos. Es muy difícil ganar. Es muy complicado mantenerse calmado. El propio Goosen, ganador de 'majors' y con una trayectoria dilatada y prestigiosa, también ha sido superado por los acontecimientos cuando Pablo y Sergio le habían abierto de nuevo la puerta de la victoria.

La sangría de Sergio (bogeys en los hoyos 12, 13, 14 y 16) parecía, en efecto, llevarle a un punto de no retorno después de haberse situado líder en solitario con -19. Pero aún rescataba lo mejor de sí mismo, a tiempo para forzar un play off. Primero, con una recuperación majestuosa en el 17 desde una posición más que delicada. Después, jugando un 18 de libro para dejarse, incluso, una opción de eagle que le hubiera dado directamente la victoria.

Pablo, por su parte, hizo bogeys al 13 y 16 y salvaba un par en el 14 con un putt tremendo. Marchaba con el agua al cuello, pero también tuvo arrestos suficientes para crearse dos buenas opciones de birdie en el 17 y 18, que no convertía.

El desempate entre ambos estaba servido, porque el resto de candidatos ni siquiera fue capaz de ponerse a tiro. Y los dos jugadores españoles brindaban un gran duelo en los cinco hoyos que han necesitado para dirimir al ganador. No sólo por la emoción, consubstancial a cualquier play off, sino por la calidad de la mayoría de sus golpes. En el primer hoyo, el 18, ambos clavaban el primer tiro, y también el segundo, dejándose opciones de eagle casi idénticas, hasta el punto que el director del torneo, John Paramor, hubo de mediar para ver quién pateaba primero. De locos.

Ambos han pateado para birdie (cuando no para eagle…) en todos los hoyos. Y no hablamos de opciones de birdie lejanas, sino de tirazos buscando bandera (han jugado tres veces el 18 y además dos pares 3, el 12 y el 17). Bestial. Esto se dice pronto, pero hay que hacerlo en un desempate. En el quinto duelo, jugando el 18, de nuevo patearon ambos para eagle, pero Pablo clavó su primer putt desde mucho más lejos, dejándose dado el birdie, mientras que Sergio pateaba con contundencia tratando de restar caída al tiro y se pasaba metro y medio. Fallaba el de vuelta y Pablo, ahora sí, podía ofrecerle el triunfo a su abuelo, fallecido la semana pasada.

Declaraciones de Pablo Larrazábal y Sergio García

Así vivimos la victoria de Pablo Larrazábal en Munich

Resultados finales