Pablo Larrazábal (-9) es el líder indiscutible y destacado del Alfred Dunhill Championship después de dos jornadas, con tres golpes de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores. Hoy entregaba un 69, pero es que sólo él ha firmado sendas rondas por debajo de 70 golpes. Cosa seria. No puede ser casualidad. De hecho, no lo es: después de jugar el Nedbank en Sun City (Sudáfrica), hace casi tres semanas, y en vista de que no se había metido en la Final de Dubai, Larrazábal decidía quedarse en tierras sudafricanas trabajando tranquilamente y, por supuesto, trillando también este bello recorrido del Leopard Creek Country Club.
VÍDEO | No hay que descartar que este putt de Larrazábal sea el mejor del año…
Difícil, por no decir imposible, será que el barcelonés siga enchufando putts kilométricos, como el de hoy en el 12 (eran más de 20 y más de 25 metros…), pero este tipo de bonus ayudan una barbaridad y en ocasiones señalan directamente al ‘elegido’, sobre todo en jornadas duras, revoltosas, como la que se ha vivido hoy en tierras sudafricanas. No deja de ser una jugosa anécdota, porque hace falta algo más que un bonus para tumbar al campo esta semana.
Alfred Dunhill Championship: horarios y dónde ver en directo por televisión
Decíamos que sólo Pablo junta por el momento dos vueltas por debajo de 70, pero aún se puede ir más allá para ponderar el enorme mérito que ha acumulado en los primeros 36 hoyos, puesto que tan solo tres jugadores han firmado en las dos primeras rondas sendas tarjetas por debajo del par. Los otros dos son Marcus Armitage (-4) y, mucha atención, Branden Grace (-6), que se postula como candidato de cuidado de cara al fin de semana. Grace, además, viene de un largo y áspero año 2019, en el que apenas ha sacado la cabeza por encima de la media en un par de ocasiones, y de eso hace ya muchos meses. Tiene ansias de revancha y ningún lugar mejor que su tierra para ejecutarla (ha ganado ocho torneos del circuito europeo, la mitad de ellos, cuatro, en Sudáfrica).
El pantalón corto se abre paso en el European Tour… pero con matices
Está duro el asunto en Leopard Creek. Los greenes, muy rápidos, hacen daño, aunque hoy el viento ha sido verdadero protagonista. No es que soplara en versión vendaval, pero venía racheado y, sobre todo, muy cambiante. En apenas diez segundos la dirección daba un giro de ciento ochenta grados. Tampoco el calor, con picos de temperatura por encima de los 40 grados, ayuda demasiado a nadie, con o sin pantalones cortos.
No es la primera vez en su carrera, ni probablemente será la última, que Larrazábal, en días truqueros, se erige como el más listo de la clase. Anda confiado, aunque bien sabe él que ahora viene lo complicado.
Pablo y Cañi: eagles soberbios para rematar un arranque soberbio
Por estas difíciles condiciones también hay que valorar y celebrar la tarjeta de PAR de Adrián Otaegui (-3), que terminaba el día bien metido en el top ten del torneo, a seis golpes de la cabeza y con un amplio abanico de expectativas abierto. O el esfuerzo con recompensa de Carlos Pigem (+1), uno de los pocos que ha conseguido hoy ganar al campo (71), ganándose así un hueco en el fin de semana. También el sobresaliente 70 de Gonzalo Fernández Castaño (+4) cuya remontada se quedaba un pelín corta, a un solo golpe del corte. Alejandro Cañizares (PAR), sin embargo, caía hoy en las redes bien tejidas por el viento en el parque Kruger y abandonaba los puestos de privilegio tras firmar un 77. Toca rebotar el sábado.
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La gran vuelta de Larrazábal para ponerse líder en solitario en Sudáfrica
