Necesita recortar cuatro golpes para estar en el Open y sus números invitan a soñar
Pablo Larrazábal se ha dejado una pequeña rendija abierta al Open Championship merced a su magnífica vuelta de 67 golpes hoy en la tercera ronda del Open de Irlanda.
No lo tiene fácil, será un desafío, pero si algo ha demostrado Pablo esta temporada es que le gustan los desafíos, y mucho más en domingo. Es un nuevo doble mortal con tirabuzón.
Así está la situación. Los tres primeros clasificados del Open de Irlanda, dentro del top ten, que no tengan aún billete para el British de Royal Liverpool, obtendrán su clasificación de forma directa. Ahora mismo, los tres ‘agraciados’ son Danny Willett (-11), Romain Wattel (-9) y Matthew Baldwin (-9). Larrazábal se encuentra con -5 tras firmar la séptima mejor tarjeta del día. Es decir, tendrá que recortar cuatro golpes en los últimos 18 hoyos. Tom Cruise podría haber firmado perfectamente esta misión, pero los precedentes obligan a confiar en Pablo.
El barcelonés ha conseguido muchas cosas importantes este año los domingos. Por ejemplo, sus dos mejores vueltas de 2014 (67 golpes) fueron en domingo, concretamente en Abu Dhabi y Malasia. Precisamente, el domingo de Abu Dhabi consiguió imponerse en una memorable jornada final a Rory McIlroy, Phil Mickelson y Miguel Ángel Jiménez para conquistar su tercer título en el European Tour. Del mismo modo, también en domingo, Larrazábal consiguió firmar la vuelta que necesitaba en Wentworth para meterse entre los sesenta primeros del mundo y clasificarse para el US Open.
Ya ven, se trata de un nuevo doble mortal con tirabuzón, complicadísimo, pero Pablo ya sabe cómo se hace. Posiblemente, para conseguirlo, si las condiciones de juego en Fota Islanda mañana son igual de excelentes que hoy, deberá firmar una vuelta como la de Danny Willett, que hoy reventaba el récord del campo con 63 golpes. Si juega igual de bien que hoy, será más factible. Pablo cazó 10 calles y 15 greenes, y tiró 30 putts. Además, acumula ya 29 hoyos sin hacer un bogey. Hay motivos para soñar en la machada. Si no lo consigue, aún quedarán dos opciones más, en el Open de Francia y el Open de Escocia.
En cuanto a la victoria en el torneo, todas las miradas se vuelcan en el héroe local, Graeme McDowell (-10). El norirlandés se encuentra en tercera posición y saldrá en el penúltimo partido el domingo, a dos golpes del líder, Mikko Ilonen (-12) y uno de Willett (-11). Es el favorito, el más experimentado y sus birdies son los que más ruido harán mañana. La presión para Ilonen y Willett será tremenda. En la cuarta posición, tapados, esperando la oportunidad están Frabrizio Zanotti, Matthew Baldwin, Kristofer Broberg y Romain Wattel.
Larrazábal es el único español que se ha dado licencia para soñar con el Open en la última ronda en Irlanda, salvo machada gigantesca de los otros, claro. Rafa Cabrera Bello está con -3, a seis del objetivo y con casi treinta jugadores por medio, Alejandro Cañizares tiene -2, Álvaro Quirós -1 y José María Olazábal +2.
