– Pablo Larrazábal ha disputado su quinto Open de España. No para de crecer…
Falló el corte en su estreno en 2008. Acabó 60º en 2009. Fue 57º en 2010. Terminó tercero el año pasado. Y ahora ha sido segundo. Está claro, Pablo. En 2013 te toca a ti.
Ojalá el deporte fuera así de sencillo, pensará el bravo jugador de Barcelona. Sea como fuere, lo que es evidente es que cada vez está más cerca.
También se ha quitado la espina del Real Club de Golf de Sevilla. Falló el corte en 2008, fue 41º en el Open de Andalucía del 2009 y 57º en 2010. Ha encontrado la manera de meterle mano al complicado diseño de Olazábal. Su mayor solidez de tee a green tiene mucho que ver en esto y, por supuesto, su magia desde el rough. Pero esa ya la tenía en 2008.
– Francesco Molinari ha conseguido la tercera victoria de su carrera. Su primer triunfo fue el Open de Italia de 2006, en 2010 ganó el WGC HSBC Champions y ahora llega el Open de España. Es el primer italiano que gana nuestro torneo nacional y se mete de lleno entre los treinta primeros del ránking mundial. Además, ha protagonizado la mayor remontada de la temporada en el Circuito Europeo. Nadie antes había conseguido recortar cuatro golpes de diferencia el domingo.
– Kenneth Ferrie es un jugador de sangre caliente. Hoy lo ha vuelto a demostrar en la última vuelta del Open de España. En el hoyo 10 fallaba un approach alrededor de green y se llevaba por delante su blaster. Roto. Se acabó. Jugó los últimos ocho hoyos con un palo menos en la bolsa. En el 18
tripateó y decidió terminar con su putter. Dos palos al limbo en una sola vuelta. Y lo más grande de todo es que el fino jugador inglés ha hecho hoy 69 golpes, con nada menos que siete birdies… Cosas del golf.
– Adrián Otaegui confía en que este Open de España sea la lanzadera que necesitaba para una temporada que no había empezado de la mejor manera posible. El jovencísimo jugador español de 19 años ha pasado su primer corte y ha terminado con una muy buena vuelta de 70 golpes el domingo. Acaba en el puesto 40º. Se trata de un magnífico impulso antes de viajar a Madeira la próxima semana.
– El Real de Sevilla nada tenía que ver hoy con las jornadas anteriores. Lució el sol y los aficionados se multiplicaron. Hoy se han contado por millares (en torno a ocho mil) los que se han acercado al club hispalense. Ni que decir tiene que el colorido es otro. El viento y el agua han dotado a la competición pura y dura de una emoción indudable, pero también han restado color y ambiente.
– Soren Kjeldsen ha sido el único que ha entregado cuatro tarjetas por debajo del par esta semana. El danés parece confirmar su retorno al máximo nivel. «He hecho todo lo posible por ganar, pero no lo he conseguido, Francesco ha jugado increíble, daba la sensación de que hoy era el único que metía putts. Volveré para intentarlo de nuevo, este campo me encanta y en España me siento muy a gusto. Considero que he jugado bien aunque tal vez hoy no he sido tan consistente”, dijo al acabar.
– ¿Dónde estaría Francesco Molinari si pateara mejor y con más regularidad? Puede que esta pregunta no tenga sentido alguno: quizá si el italiano fuera un ‘crack’ en los greenes no sería el francotirador que es desde la calle.
– Los jugadores italianos bañaron en champán al ganador. Estaban Andrea Pavan y Lorenzo Gagli, entre otros. Se echó de menos al hermano de Francesco, Edoardo, y a Matteo Manassero. Que nadie busca historias raras detrás. Seguro que sólo será un tema de agendas y vuelos.
– Y hablando de italianos… Domenico Geminiani, jovencísimo golfista que ha jugado el Open de España esta semana, se acercó al ganador al final de la jornada y le pidió una foto junto a él. Si es una manera de expresar que Francesco es un buen espejo donde mirarse para el futuro, Domenico no puede estar más acertado.
