Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Un pequeño homenaje al coraje

Un pequeño homenaje al coraje

Compartir
Carlos Pigem. © Thos Caffrey | Golffile
Carlos Pigem. © Thos Caffrey | Golffile

– Coraje, el de Carlos Pigem. Ayer, en el hoyo 5 tomaba una decisión incorrecta, tratando de ir a por el green desde una mala posición. Bola al agua. De nuevo, al agua en el 7. Y en el 9, donde sacaba adelante un bogey con approach y putt desde noventa metros. Ya no había nada que hacer, pero tuvo el coraje de no dejarse llevar, de levantar el espíritu, quizá pensando en la semana que viene, en Malasia: birdies en el 10 y en el 14. Y esta mañana cerraba con limpieza la ronda con cuatro pares.

Trevor Immelman. © Phil Inglis | Golffile
Trevor Immelman. © Phil Inglis | Golffile

– Coraje, el de Trevor Immelman (-9), que en 2016, 2017 y lo poco que llevamos de 2018 había disputado 23 torneos del circuito europeo y sólo había pasado dos cortes. Llegaba a Dubai con una racha de nueve torneos consecutivos sin jugar el fin de semana, pero ayer cerraba una ronda de 66 golpes, la mejor del sudafricano en más de nueve años (desde que firmara un 64 en el Firestone allá por 2008, el mismo año que ganó el Masters). Se dice pronto. Coraje para superar las enfermedades maquiavélicas que le han azotado, la pérdida absoluta de confianza y, en definitiva, las adversidades.

CRÓNICA: Sergio necesita una sexta (y una séptima) marcha

– Coraje, el de Álvaro Quirós, que ha decidido tratar de ver la botella medio llena y hoy cerraba un notable 67, aunque insuficiente para pasar el corte. Sigue sin entender por qué sufre semejantes lagunas de juego, esos hoyos en los que comete errores muy bestias, pero al menos no da su brazo a torcer. Y vuelve.

– Coraje el de Adrián Otaegui, que venía con el agua al cuello para pasar el corte. Arrancó el día con seis bajo par, pero un bogey en el hoyo 4 lo colocaba al límite. El corte se cerraba en cinco bajo par. Es decir, afrontó el tramo más difícil del Majlis Course del Emirates con la obligación de hacer mínimo el par para seguir en la pelea. Y lo hizo, aunque no sin sufrimiento…

ANÁLISIS: ¿Puede de verdad Jiménez ganar este torneo?

El momento crítico llegó en la salida del hoyo 9, después de haber sacado muy buenos pares en los hoyos 5, 6, 7 y 8. No quería saber nada de la siempre amenazante agua que acecha en este hoyo por la izquierda, así que su tiro se abría más de la cuenta y terminaba a la derecha del búnker de calle, entre árboles, en una zona de arena. Había que cruzar los dedos.

La bola estaba muy mal colocada. La primera visual fue una tragedia. Reposaba sobre una huella y pegada al tronco de un árbol. Ni siquiera podía hacer el swing, pero la guerra no estaba perdida aún. Por suerte, justo donde estaba la pelota pasaba un tubo de riego para abastecer a esos árboles y pudo dropar sin penalidad. Tampoco era fácil el alivio para dejarse la opción de pegar el golpe, debía estar fino y tener suerte. Ocurrieron las dos cosas.

FOTOS: Cuando el infierno viene a verte en forma de huevo frito…

Finalmente, la bola quedó bien colocada y tenía tiro a green después de tumbar una valla de publicidad que estaba en la línea. Había 114 metros a la bandera y agarró el pitch para ir sobrado de palo y evitar que el agua entrara en juego. Pegó un tiro perfecto, centro de green, dos putts y corte asegurado. El sufrimiento mereció la pena. Segundo torneo del año y segundo corte para Otaegui.

Cuando el desierto se tiñe de rosa…

– Se veía venir y se confirmó. Esta edición del Dubai Desert Classic pasará a la historia. Se ha registrado el corte más bajo de todos los tiempos desde que nació el torneo allá por 1989. Ya ha llovido (aunque no haya sido precisamente por estos lares). Hasta ahora, el corte más bajo era de tres bajo par y hoy ha quedado cerrado en cinco bajo par.

¿Y por qué se ha jugado tan fácil este año? Sergio García apuntaba dos claves interesantes: el viento y las banderas. De momento, apenas ha soplado y el mal estado en el que se encuentran los bordes de los greenes impide que se puedan poner posiciones de bandera demasiado esquinadas. En cualquier caso, se espera que el campo se juegue más duro hoy y mañana. Primero porque el buen tiempo unido al viento que se espera va a hacer que los greenes estén cada vez más duros y rápidos y segundo, y más importante, por el viento considerable que se espera mañana, con rachas que podrían alcanzar los 40 kilómetros por hora.