El Kenya Open se disputa por primera vez este año, esta misma semana, como torneo del European Tour. Hasta hoy había sido un clásico en el calendario del Challenge Tour desde 1991 y anteriormente fue un torneo que supo atraer a muchos ‘cracks’, ganadores en su día, tales como Severiano, Woosnam o José María Cañizares.
Se disputa en el Karen Country Club, campo en el que ganó Jordi García Pinto en 2013 y un lugar que ofrece una percha literaria sin igual para esta previa, pues a poco más de 200 metros a la derecha del green del hoyo 12 se encuentra la casa de Karen Blixen, la escritora danesa en cuya obra autobiográfica se basó la película Memorias de África.
“Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong…” Así comienzan las memorias africanas de Blixen (también la película) y precisamente ahí, al pie de las colinas de Ngong, se encuentra el Karen Country Club, club que toma su nombre del barrio donde se sitúa, que a su vez lo toma de la escritora, que se marchó de África seis años antes de que se inaugurara el recorrido a unos metros de la puerta de su casa, levantado sobre buena parte de la plantación de café que había en la granja. Tan pegado a las colinas de Ngong está el club, que se juega al golf a unos 1.800 metros de altitud, circunstancia que cobra especial importancia esta semana a la hora de calcular distancias.
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Con una bolsa de premios de un millón de euros y un solo top 100 del mundo entre los participantes (Justing Harding, flamante ganador en Qatar), puede resultar una excelente ocasión para que alguno de los nueve españoles presentes en la cita, muchos de ellos no habituales al carecer de una categoría sólida en el European Tour, se traiga en efecto unas buenas memorias africanas y hasta pueda darle un giro a su carrera.
Allí están, por ejemplo, Emilio Cuartero, Scott Fernández, Pep Anglés, Borja Virto o Eduardo de la Riva, escoltando a otros más fijos este año como son Gonzalo Fernández Castaño, Adri Arnaus, David Borda e Iván Cantero.
