Ya les contábamos antes el inicio de la vuelta de prácticas de José María Olazábal y Miguel Ángel Jiménez junto a su buen amigo Emanuele Canonica, en el Real Club de Golf de Sevilla.
Les dejamos con un último botón de muestra. En el hoyo 17 del Real, un largo par 3, Jiménez pega una ligera escapada por la derecha saliendo con madera… «Voy a tener que pegar otra», dice el malagueño…
Y la respuesta de Olazábal: «no es obligatorio ni necesario que lo hagas… Pero sí sería conveniente». «demasiada guasa hay por aquí…», concluye Miguel. Se lo pasan bien, ¿no? En fin, que el golf de alta competición, antes de entrar en la faena del torneo, es eso: entrenamiento, por supuesto, y diversión. Quienes están acostumbrados a seguir a jugadores profesionales los martes saben bien de lo que hablamos, y para quienes no lo estén y tengan el gusanillo del golf, el consejo es que se escapen alguna vez para verlos en su salsa. Merece la pena.
No todo es cachondeito: de vez en cuando se puede ver algún gesto algo torcido después de un golpe nefasto. Faltaría más. Un recorrido de golf da para mucho, y eso que ayer las dos estrellas españolas jugaron sólo nueve hoyos.
Con la lluvia caída los greenes están algo más receptivos y no tan rápidos. El objetivo es que lleguen al jueves a velocidad 12 según el steepmeter y ahí se mantengan toda la semana. En el green del hoyo 16 aparece John Paramor en su buggy, ‘factotum’ del European Tour, autoridad máxima arbitral durante lustros… Y delante de nuestras narices le dice a Patrick Allende, greenkeeper del Real, que el campo está sencillamente «fantástico». En el hoyo 10, otro gerifalte del circuito le ha comentado que todos los jugadores con los que ha hablado, de los que ya han jugado alguna ronda, le han dicho que es el campo mejor preparado del Tour. Pues eso.
Vemos a Alejandro Cañizares en el putting green. A ver si el pequeño de la saga deja definitivamente atrás los problemas de espalda que le han frenado en su preparación y que le han impedido llevar a cabo uno de sus objetivos para esta temporada: ponerse como un toro en el gimnasio.
Hablamos con Rafa Cabrera Bello y quedamos con él mañana para actualizar el blog que tiene aquí en Tengolf. No se lo pierdan: promete emociones fuertes con una descripción exhaustiva del Santo Porto Golf, el campo donde se ha jugado la pasada semana el Open de Madeira y que tantos problemas causó a los profesionales (sólo siete acabaron bajo par).
En el green del 14 el viento y la lluvia arrecian… «Parece que estamos en Escocia», dice Gonzalo Fernández Castaño. Y lo parece de verdad. La perfección y el verde del campo ayudan lo suyo a crear esa sensación, aunque en realidad este recorrido nada tenga que ver con los links agrestes escoceses. Por cierto, el madrileño tampoco termina de creerse lo de este campo: «¿cómo se puede tener este campo así de bien? Es increible. Es impresionante». En fin, para que ustedes vean que, aunque Allende sea amigo nuestro, no es una cuestión de darle jabón gratuitamente.
Andan Paramor y compañía mirando si podrá marcarse la bola en calle… Habrá que ver cómo evoluciona el tiempo, aunque mañana anuncian solecito. La comprobación o experimento es de lo más casero: si la bola queda manchada de barro tras reposar en la calle es cuando comienza a valorarse la posiblidad de marcar.
