Rory McIlroy volvía a ponerse hoy en Abu Dhabi delante de los medios de comunicación después de más de cien días sin hacerlo. Entre medias, algo de descanso, mucha relajación vital, nuevas y apropiadas rutinas de alimentación para cuidarse más, sobre todo ese pequeño desarreglo en el corazón detectado en un chequeo (no es nada importante, aunque sí conviene vigilarlo) y también un trabajo serio y ordenado para llegar a tope a este 2018.
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No hay más que verlo para darse cuenta de que regresa con las pilas cargadas, aunque quiere verse compitiendo estas dos semanas en Abu Dhabi y Dubai para saber exactamente dónde está su juego después de semejante parón. Y, por otro lado, no ha sido demasiado complicado entrever cuál es el objetivo que más motiva al norirlandés este año. Un colega le preguntaba en rueda de prensa qué era lo que más le importaba, interesaba, emocionaba de este año 2018, presentándole algunas posibilidades: “¿tu vida de casado? ¿El Masters? (es el único Grande que le queda por ganar) ¿La Ryder Cup? ¿Tu salud?”. Pues bien, lo primero que ha dicho Rory ha sido: “la Ryder Cup, especialmente después de lo que ocurrió en Hazeltine. Me motiva formar parte del equipo y tratar de ganar para Europa, formar parte de ello”.
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Minutos más tarde abundaba en la cuestión de la Ryder, del equipo estadounidense y las opciones de Europa. Y lo que era en apariencia tan solo un análisis terminaba siendo un amago de arenga. Sí señor, un esbozo de arenga cuando estamos todavía a mediados de enero. Estas han sido las palabras de Rory:
“Los americanos están muy fuertes y creo que por primera vez en mucho tiempo ellos tienen una cohesión real como equipo. Todos esos jóvenes jugadores, Spieth, Thomas, DJ, Reed, Berger, Brooks, Rickie… Ellos van a ser muy fuertes. Pero si miras cómo prepararon el campo en Hazeltine, con las calles muy anchas y las banderas en el centro de los greenes, ves que esa no es la preparación que más nos gusta a los europeos y en París va a ser muy diferente. Así que tengo confianza. Ellos están muy optimistas con sus posibilidades, pero nunca es fácil. Del mismo modo que tampoco fue fácil para Europa ganar todas las veces que lo hemos hecho; Europa ganaba y parecía dominante, pero en realidad los duelos eran muy igualados… La Ryder siempre está igualada y depende de unos pocos momentos clave, y creo que eso no va a cambiar en París. Creo que Europa tendrá un gran equipo y definitivamente no va a ser tan sencillo como ellos creen que va a ser…”.
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