Inicio Grandes Circuitos DP World Tour A Rose se le pone cara de tipo duro y legendario

A Rose se le pone cara de tipo duro y legendario

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Justin Rose en la jornada final del Turkish Airlines Open. © Twitter European Tour
Justin Rose en la jornada final del Turkish Airlines Open. © Twitter European Tour

Justin Rose (-18) se hace más y más grande, acercándose sin disimulo al estamento de las leyendas. No existe un listón objetivo al respecto, claro, más allá de los requisitos para entrar en el Salón de la Fama, pero logros como los que ha protagonizado en los últimos días no están al alcance de los simplemente muy buenos. Ha ganado el Turkish Airlines de una forma similar a como ganaba hace una semana el HSBC, con unos últimos nueve hoyos sensacionales y asestando los golpes definitivos cuando el margen de maniobra es ya muy escaso o directamente no existe (su birdie en el 18, hoyo 72 del torneo, por ejemplo).

Pero hay una diferencia: con todo y con eso, en China la victoria le cogió un poco de sorpresa, a contrapié, mientras que esta semana, en tierras turcas, se ha movido en una dimensión de mayor altura, la del que se sabe superior en un momento determinado, la del que guarda siempre un último cambio de ritmo, la del que no sufre concediendo alguna ventaja a los rivales (jueves y viernes), la del que está convencido de sus posibilidades mientras el leaderboard deje una puerta abierta… En fin, sólo un doble bogey en el segundo hoyo del torneo y un bogey más en esta última ronda contemplan a Rose desde el proceloso apartado de los borrones semanales. A eso se le llama suficiencia o estado fino, de dulce.

El inglés, de paso, ha metido a su compatriota Fleetwood en un aprieto. Al fin y al cabo, ¿no esperaba el bueno de Tommy (hoy ha finalizado en un insuficiente puesto 23º) que Justin aflojase la marcha después de ganar un campeonato del mundo? Suele ocurrir, pero no ha sido el caso. La cuestión es que la Race está viva y caliente porque Rose le ha recortado más de 900.000 euros esta semana y se ha quedado a algo menos de 140.000 en el acumulado. Se agradece.

Por otra parte, hay que destacar la notable réplica de Nicolas Colsaerts (-17), que tuvo el putt de birdie en el 18 para salir al desempate. No es que el belga necesite rehabilitación de ningún tipo y manera, pero vuelve a estar peleando en una gran cita y, además, reactiva su candidatura para la Ryder (digamos por otro lado que Rose tiene ya pie y medio dentro del equipo).

A Nacho Elvira (-5) le ha valido con una vuelta de par final para confirmar su presencia en el Nedbank de la semana que viene, y así todavía tener una opción de meterse en la Final de Dubai. Lo mismo puede decirse de Jorge Campillo (-4), que hoy tampoco pasaba de la vuelta al par del campo y que, igual que Elvira, no está ahora mismo entre los 60 primeros de la Race.

Capítulo aparte merece, la verdad, Pablo Larrazábal (-3). Tiene mucho mérito lo que ha hecho después de aquel descorazonador 81 del jueves. Lejos de abandonarse o de salir relajado a verlas venir, se ponía el mono de trabajo desde el mismo viernes y después ha brillado con rabiosa luz propia durante el fin de semana, encadenando dos últimas rondas de 64 y 66 golpes que deben hacerle ver las cosas con renovado optimismo de cara a las dos últimas semanas de competición de la temporada, donde tiene como bonito objetivo conquistar una plaza dentro del top-30 de la Race (ahora es 37º) para asegurarse el British de 2018. El único jugador mejor que el barcelonés durante el fin de semana en el Regnum Carya Golf turco ha sido curiosamente el ganador, Justin Rose.

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