Justin Harding (-21) ha ganado de manera incontestable el Kenya Open, con dos golpes de ventaja sobre Kurt Kitayama (-19), que ha hecho malabares para mantenerse con alguna opción hasta el tramo final, pero que ha tenido que rendirse ante el muro que tenía delante. El sudafricano, que no ha mostrado ni una sola fisura en su juego en la ronda definitiva (tampoco demasiadas en las tres anteriores, la verdad) ha reventado el Karen Country Club, con una media sideral de 65,75 golpes en las cuatro jornadas, estableciendo un nuevo récord ganador del torneo (hasta hoy estaba en -19, aunque en el otro campo donde se disputa el Kenya Open, el Muthaiga Golf Club; el mejor registro en el Karen era de -18).
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La pregunta, a estas alturas de esta mini gira por Kenia y con un segundo torneo en este mismo campo que comenzará en menos de 48 horas, es si Harding será capaz de mantener tal nivel de pulcritud y acierto en todas las parcelas del juego. Si le preguntaran a cualquier ganador de un torneo del circuito europeo si le vendría bien jugar en el mismo campo en tan corto espacio de tiempo, la respuesta obvia sería afirmativa. Queda por ver cómo digiere el éxito, pero de momento haríamos bien en colocarle la etiqueta de favorito para la cita que arranca el martes. Tampoco habría que olvidarse de Kitayama, que ha sido capaz de mantenerse a la estela del ganador casi sin poner ni una sola bola en calle. Tremendo lo del estadounidense, que se inventaba dos eagles, enchufando un putt largo y delicado y embocando un chip desde fuera.
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El despliegue de Harding y el funambulismo de Kitayama han neutralizado el potente y brillante esfuerzo que han realizado algunos jugadores por alcanzar la cabeza de la tabla. Ahí está la tarjeta de 65 golpes del francés Langasque (-15), o los registros de 64 del escoces Syme (-17) y el sudafricano Kruyswijk (-15)… Y ahí está sobre todo el 63 de Sebastián García Rodríguez (-16), que finalizaba en una notable cuarta posición y que ha entregado la mejor tarjeta del día.
La remontada de Anglés, Sebas y Otaegui en Kenia se queda un poco corta
Más allá del resultado concreto y de su posición en la tabla, el madrileño ha cerrado probablemente su mejor semana de juego y sensaciones desde que es un fijo en el circuito europeo. Hace unos meses, en aquel tiempo convulso del inmediato post confinamiento (no es que ahora sean mucho menos convulsos los tiempos, pero vaya), Sebas ya terminó cuarto en Austria (esta semana ha igualado su mejor resultado en este circuito, por tanto); también firmó, por ejemplo, aquel magnífico 62 de primera ronda en Birmingham (Hero Open), que además fueron diez menos en el día; y este jugador, asimismo, siempre se ha caracterizado por un irrefrenable ímpetu anotador a poco que se encuentre a gusto en el campo. Sin embargo, en Austria pinchaba precisamente el domingo y en Birmingham fue claramente de más a menos a lo largo de los días… Por eso, este torneo en Kenia, manteniéndose en una línea muy estable e incluso yendo de menos a más, quizá suponga realmente un paso adelante en su carrera. O una pista de algo aún mejor que pueda estar cerca de ocurrir…
En este mismo sentido hay que destacar a Pep Anglés (-14), que también ha apretado de lo lindo en la ronda final (66 golpes) y conquistaba una plaza dentro del top ten. El catalán sigue asomándose de manera regular y da la sensación de que está cerca también de dar la campanada. Adrián Otaegui (-11), por su parte, se ha quedado algo rezagado, pero es que en el Karen Country Club hacían falta muchos birdies para de verdad estar arriba; el vasco ha registrado un parcial de seis menos durante el fin de semana, que tampoco está nada mal, pero con ese acumulado en los últimos 36 hoyos no se ha movido ni un milímetro en la tabla: arrancaba el sábado en el puesto 24º y ahí terminaba el domingo.
