Seis líderes. Dieciséis jugadores en dos golpes. Veintiséis en cuatro. El BMW International Open presenta un escenario de locura a falta de 18 hoyos. Es como una tómbola con un montón de papeletas vendidas para la victoria. Sergio García y Jorge Campillo también tienen la suya. Está a cuatro golpes de la cabeza.
La tercera jornada en el Golf Gut Lärchenhof ha sido digna de un episodio de Expediente X. Ha pasado todo lo que podía pasar para que la clasificación se apretara al máximo. Se han hecho muchas vueltas buenas por detrás y los de cabeza no han conseguido jugar bajo par. No hay una explicación lógica para ello. Las condiciones han vuelto a ser ventosas, aunque algo más asequibles que los dos primeros días, y la diferencia no ha sido demasiado grande entre los primeros partidos y los últimos. Simplemente se ha dado así.
La realidad es que el recorrido alemán de Pulheim es un fantástico aliado para el espectáculo. Lo mismo salen tres o cuatro birdies seguidos en una vuelta que se enlazan dos dobles bogeys. Es una maravillosa montaña rusa. Los errores se pagan muy caro por el rough tipo British que protege las calles, pero al mismo tiempo se premia el juego ordenado con buenas opciones de birdie y unos greenes que ruedan fantásticamente.
Hay que contener la respiración para ver la clasificación del BMW. Empatados con -5 están Lucas Bjerregaard, Chris Paisley, Scott Hend, Martin Kaymer, Aaron Rai y Max Kieffer. No hemos tenido en toda la temporada un torneo con más jugadores empatados en cabeza a falta de una ronda. Será algo parecido a una ruleta rusa. A un golpe están Mikko Korhonen y Nico Geyger y a dos están Soren Kjeldsen, Matt Wallace, Thomas Pieters, Wade Ormsby, Andy Sullivan, Scott Jamieson, Jose Filipe Lima y Andrés Romero. Quien tenga el valor de dar un favorito para mañana que levante la mano…
Obviamente, todas las miradas están puestas en Kaymer, pero el héroe local no lo tendrá nada fácil. Hace cuatro años que no gana y la presión de ser el favorito en casa en una responsabilidad con la que no es fácil lidiar. Está jugando bien, pero aún no ha mostrado esa versión demoledora y cien por cien fiable de antaño.
Y en medio de esta locura, Sergio García y Jorge Campillo, ambos con -1, tienen también su propia papeleta. Están a sólo cuatro golpes de los líderes. La ventana está abierta, aunque obviamente necesitarán una vuelta muy baja mañana. Mínimo les hará falta un 67, aunque probablemente incluso algo menos. El problema no es tanto la distancia como la ingente cantidad de jugadores que hay en medio. Es imposible que ninguno de ellos juegue el domingo bajo par, por lo que necesitarán una buena tonelada de birdies.
La mejor referencia posible es Lucas Bjerregaard. El golfista danés partía hoy del puesto 22º y ha terminado el día como líder. Sergio y Campillo saldrán mañana desde la posición 21º. Difícil, mucho. Imposible, nada.
Los dos jugaron hoy bajo par. Hicieron 71 golpes. Ambos con vueltas muy movidas. Cinco birdies y cuatro bogeys para Sergio y cuatro birdies y tres bogeys para Campillo. García está dando pasos adelante en su recuperación. Está pegando golpes muy buenos, aunque todavía se deja sentir en algunos momento esa desconfianza que le hace pegar golpes malos y le mete en problemas. En cualquier caso, es su primera opción de victoria en mucho tiempo.
La clave de Sergio mañana será llegar con vida a los seis últimos hoyos del Golf Gut Lärchenhof, una parte del recorrido que ha jugado como nadie. El parcial del jugador de Borriol en los últimos seis hoyos del recorrido teutón es de nueve bajo par, mientras que en los doce primeros ha hecho +8.
En cuanto al resto de españoles, Nacho Elvira (+1) tendrá también una buena oportunidad de dar un buen mordisco a la clasificación con una ronda baja, aunque la victoria para él sí parece imposible, mientras que Gonzalo Fernández Castaño y Adrián Otaegui están con +3.
