Andrés Romero (-17) ha finalizado con una demoledora serie de siete birdies en los últimos once hoyos para ganar el BMW International Open con un golpe de ventaja sobre Sergio García, Thomas Detry y Richard Bland. Un triunfo de enorme importancia para el argentino, que no jugaba un torneo del calendario regular del circuito europeo desde hace años y que de golpe y porrazo obtiene los derechos de juego en este circuito, justo ahora que llevaba un tiempo pasándolo mal en Estados Unidos…
Romero, fiel a su sello, venía jugando muy agresivo, pero lo que en realidad le daba el triunfo era un acierto mágico en los greenes, enchufando desde todas las esquinas y distancias en el Golfclub Munchen Eichenried. De hecho, no exageramos al puntualizar que Sergio García habría ganado el torneo con absoluta solvencia y sin apuros de haber embocado hoy una cuarta parte de lo que ha embocado el argentino…
Sí, con una cuarta parte le habría bastado al español, definitivamente. Sobre todo porque en la jornada dominical volvía a dar una lección magistral desde el tee, pero al final del día sólo había enchufado un putt desde más allá del metro de distancia (hoyo 13). Demasiada concesión a los rivales. Y además erraba en el green del 16 un putt de vuelta cortito, que al fin y a la postre resultaba decisivo. Insistimos, visto ahora desde otro ángulo: sin un juego tampoco excepcional con los segundos tiros, es tan abrumadora la solidez y consistencia de Sergio que apenas le hubiera bastado embocar algún putt más desde esa distancia que va de los tres a los seis metros para haber neutralizado el ‘tornado Romero’. Y no, no es que tirara mal todos los putts, pero no había manera de que entraran desde más allá del metro de distancia. No obstante, aún llegó vivo al hoyo 72. Necesitaba, eso sí, el eagle en el par 5 del 18, y no anduvo demasiado lejos de embocar desde el rough para lograrlo, a unos diez metros de la bandera.
Además del abrupto y feliz retorno de Romero al golf europeo, el torneo en tierras germanas también nos ha dejado el aviso de Thomas Detry. El joven belga de 24 años, que había comenzado su temporada de novato en el circuito europeo con un gran tercer puesto en Sudáfrica, estaba sufriendo más en los últimos meses para hacer buenos resultados, pero esta semana ha confirmado lo excelente jugador que es y puede llegar a ser. Veremos si, tras el debut en la Ryder de Colsaerts, primero, y Pieters después, no hay un tercer belga llamando a las puertas del equipo europeo en 2018. Richard Bland, por su parte, volvía a quedarse con la miel en los labios. El inglés aún tuvo un putt de eagle en el 18 para forzar el desempate, pero la historia acabó como siempre y sigue sin ganar después de más de cuatrocientos torneos en el European Tour.
Nacho Elvira (-12) era otro que llevaba un tiempo sin cuadrar la mejor versión, pero la cabalgada de este domingo (siete birdies y un bogey, vuelta de 66 golpes) relanzará seguramente su trayectoria en la temporada. No pasó el corte muy sobrado, pero su fin de semana ha sido espléndido y servirá para afianzar la confianza en un momento clave, justo ahora que aparecen en el calendario tres torneos seguidos de las Rolex Series.
