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Una marshal se rompe la tibia y el peroné en una accidentada jornada en Valderrama

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Pablo Larrazábal, hoy durante la primera jornada del Andalucía Valderrama Masters. © Golffile | Eoin Clarke
Pablo Larrazábal, hoy durante la primera jornada del Andalucía Valderrama Masters. © Golffile | Eoin Clarke

Accidentada jornada en el Andalucía Valderrama Masters. La gran protagonista, para su desgracia, ha sido Rosa Quintana, una socia de La Cañada de 64 años que estaba ejerciendo como marshal en la calle del hoyo 11.

Amante del golf por los cuatro costados y voluntaria durante los últimos veinte años en los torneos que se han celebrado en Valderrama, no ha podido tener más mala suerte en su primer día de trabajo esta semana. La señora se ha roto la tibia y el peroné de su pierna derecha buscando una bola en el rough de la derecha.

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Concretamente, el golpe de drive ha sido de Pablo Larrazábal. El jugador también estaba buscando la bola, así como Raúl Quirós, su caddie. En plena acción, Rosa ha resbalado y el pie se le ha torcido de tal manera que se ha roto la tibia y el peroné. Curiosamente, Raúl la conoce de La Cañada, de hecho es amigo íntimo de su hijo. Rápidamente, ha recibido la asistencia de los sanitarios y ha sido evacuada en un buggie médico. Poco después era operada de urgencia en el hospital. Una pena.

Curiosamente, en este mismo partido se ha producido otro incidente de este calado un poco más tarde. Exactamente en el hoyo 17, el segundo par 5 del día. Shane Lowry fallaba el golpe por la izquierda y su bola impactaba de lleno en el hombro de un espectador. No hay parte médico, pero también ha tenido que ser trasladado y no se descarta que pueda tener algo roto.

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Precisamente, en ese mismo hoyo, un veterano aficionado recibía también el impacto de una bola de Lee Westwood. Le dio en la cabeza y le provocó una brecha importante. Lo bueno es que siempre se mantuvo consciente y ni siquiera perdió la verticalidad, pero el golpe fue tremendo. La bola, de hecho, se perdía por el rough de la izquierda y tras el rebote terminó en el búnker, muy cerca de la calle.

La jornada ha sido muy accidentada no sólo para los aficionados y voluntarios, sino también para los jugadores, aunque sin lamentar heridas, eso sí. Han sido más anécdotas que otra cosa. Primero el dropaje de Sergio García en el hoyo 17. Pegaba de segundo golpe una madera y se iba directo a la izquierda, al tee del 18. La bola se le quedaba pegada al murete, con pocas opciones de hacer el swing. Prácticamente, sólo podía pegar a zurdas.

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Sin embargo, Sergio encontró una buena solución. Precisamente, si pegaba a zurdas, que era el golpe más lógico en su posición, le estorbaba la publicidad fija que hay en el tee del 18. Estaba justo en su línea. Se lo explicó al árbitro y le concedieron el alivio. Desde ahí, pegó un buen approach que golpeó la bandera y aún se dejó una opción de birdie de algo más de dos metros que no entró.

Si bien no se puede calificar como un accidente, desde luego sí que ha sido una jornada larguísima para Alejandro Cañizares. El golfista malagueño, adscrito a Valderrama, ha tenido el honor de pegar el primer golpe del torneo en el tee del 1. Claro que para eso se ha tenido que despertar a las 5.35 de la mañana, tres horas antes de su supuesta salida. El retraso en el comienzo del juego y la posterior suspensión han provocado que terminara su ronda a eso de las cinco y media de la tarde, es decir, doce horas después de que sonara su despertador. Una jornada de trabajo de tomo y lomo sacada limpiamente con una buena vuelta de par, con dos pares muy bien trabajados para finalizar en el 17 y 18. Así lo explicaba el propio Cañi…