Esta semana se disputa el Volvo China Open en el European Tour, torneo que se viene celebrando de manera ininterrumpida desde el año 1995, aunque no fue hasta diez años más tarde cuando empezó a formar parte del calendario del Circuito Europeo. Es una cita señalada, con una notable bolsa de premios, igualando la mejor de lo que llevamos de temporada en lo que respecta a las citas regulares. Son tres millones de dólares, como en Abu Dhabi, Dubai y Malasia.
Estamos, por tanto, ante una semana de envergadura, aunque para el golf español ha sido históricamente esquiva. La Armada lleva trece años estrellando el balón en el palo en este torneo. Se han ido cosechando muchos buenos resultados, se han fabricado varios domingos con opciones de victoria, pero al final el cántaro nunca ha terminado de romperse.
Esta historia de desamor comenzó muy pronto. Concretamente, en 2006. Ya entonces, en la segunda edición del torneo formando parte del European Tour, Gonzalo Fernández Castaño acabó segundo por detrás de Jeev Milkha Singh. Era el primer aldabonazo. Vendrían más. El siguiente corrió cargo de nuevo de Gonzalo. El madrileño volvería a finalizar segundo en 2009, en esta ocasión por detrás de Scott Strange. Otro poste.
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Sólo dos años más tarde, la Armada sumaría un tercer palo en el Volvo China Open. El protagonista en esta ocasión fue Pablo Martín Benavides. El golfista malagueño rubricó un domingo de fábula (63 golpes) y acabó superado únicamente por el belga Nicolas Colsaerts. Otra vez con la miel en los labios.
A estos tres segundos puestos hay que unir dos terceros bastante más recientes. El primero fue en 2014. Entonces, Álvaro Quirós fue el ‘damnificado’. Aquella edición la ganó Alexander Levy, precisamente el vigente campeón del torneo y ganador hace dos días del Trofeo Hassan II en Rabat. El último tiro al larguero en el Volvo China Open lo tuvimos con Pablo Larrazábal. El jugador catalán finalizó tercero en 2017 tras rubricar dos jornadas iniciales estratosféricas.
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Hay que decir que este caprichoso comportamiento del torneo chino nada tiene que ver con el campo, y es que desde 2005 se ha jugado en diez recorridos diferentes. Es más, esta es la primera vez que se juega en el mismo trazado tres años consecutivos (Topwin Golf & Country Club en Pekín). Así que, de momento, la maldición, se encierra en el torneo, no tanto en el club donde se celebra.
Además de los segundos y terceros puestos, la Armada suma la nada despreciable cifra de once top ten desde 2005. Es decir, no es un torneo que se le dé mal a los españoles, sino que falta acertar a la hora del descabello.
Esta semana tratarán de dar un giro a esta historia seis españoles. Juegan Jorge Campillo, Pablo Larrazábal, Adrián Otaegui, Carlos Pigem, Álvaro Quirós y Nacho Elvira.
