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Expediente Quirós

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Álvaro Quirós. © Golffile | Eoin Clarke
Álvaro Quirós. © Golffile | Eoin Clarke

Da igual lo que haga o cómo venga: Álvaro Quirós siempre es favorito para los medios locales en el Portugal Masters. Es el único español que ha ganado el torneo, aunque fuese allá por 2008, pero es un jugador local en Vilamoura, lugar que fuera residencia del andaluz durante años. Aquí, en el Algarve, de alguna manera lo sienten como hijo adoptivo y se le tiene fe ciega. Y además es cierto que suele jugar bien en este campo, hoy llamado Dom Pedro Victoria Golf course. Le gusta, se siente tranquilo…

¿Realmente tiene alguna opción de victoria Álvaro Quirós esta semana en Portugal? Veamos. El de Guadiaro ganó en Sicilia en el mes de mayo y después no ha vuelto a pasar un corte en los siguientes ocho torneos que ha disputado… Desde este punto de vista cuesta una barbaridad colgarle la etiqueta de favorito.

Todo un expediente raro y peculiar el suyo, sobre todo en este año 2017, en el que fue capaz de ganar después de una muy mala racha de resultados y sin embargo el exitoso suceso tampoco le ha ayudado después, tal y como revelan sus resultados posteriores. Sigue trabajando pero no encuentra la salida al laberinto técnico. O mejor dicho: sigue sin encontrar la manera de llevar al campo lo que ve durante los entrenamientos y entiende que en Sicilia disfrutó de una excelente semana en los greenes, circunstancia que al fin y a la postre resultó decisiva.

La pasada semana sus sensaciones fueron horrorosas en el KLM holandés, pero en los últimos días, casi en las últimas horas deberíamos puntualizar, el asunto ha ido mejorando. Hoy, por ejemplo, ha disfrutado en una partida a nueve hoyos, ganando junto a Pep Anglés un interesante duelo ante Richard Green (otro pasado ganador del torneo) y José María Olazábal, y después la sesión en el campo de prácticas ha sido francamente buena. Sobresaliente, incluso. Se le notaba ciertamente aliviado, pero por otro lado prefiere no hacerse ilusiones, tampoco en uno de sus campos talismán. Y es lógico que sea así.