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García aguanta el bofetón de Augusta

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La relación de Sergio García y Augusta merecería ser analizada en los mejores divanes del mundo. Una de cal y otra de arena.

Son esos novios que se aman, discuten y se vuelven a amar aún con más fuerza, aunque ninguno lo quiera reconocer. Hoy Augusta ha enseñado las uñas. Como a todos. Pero quizás con más fuerza a García.

El de Borriol se ha mojado de lo lindo. En todos los sentidos. Primero con los chaparrones que le han caído entre el hoyo 3 y el 7 y que han terminado con dos bogeys. Después con tres bolas al agua en el 11, 13 y 15. Y, por último, se ha mojado con su juego, con el torneo, con la chaqueta verde. Se ha comprometido con el Masters para, en un día donde todo estaba al revés, salir vivo. Sergio está metido en el torneo pese a firmar 76 golpes y la moral parece intacta. Quizás no ha podido esquivar del todo el bofetón de Augusta, pero sí que ha sido capaz de aguantarlo en pie.

«No hay mucha lectura que hacer. Esto es golf. No hay mucho más que decir. Siento que he pegado a la bola incluso mejor que ayer, pero no puedes hacer mucho más cuando todo sale al revés. Es totalmente injusto que haya diez golpes de diferencia entre la ronda de ayer y la de hoy. Es cierto que he pegado un par de malos golpes que me han costado bogeys, pero los otros dos han sido con dos tiros perfectos», explica.

Sergio se refiere al hoyo 4, primer par 3, y al hoyo 13, par 5. En lo que respecto al primero, el catellonense ha pegado un tiro soberbio que se ha quedado en el búnker por apenas un palmo. Quince centímetros más larga y habría sido una opción de birdie casi dada. En cuanto al 13, García explica que «he pegado un drive muy bueno, largo, poderoso, pero ha pegado por muy poco en una rama y he tenido que dropar. Lástima que no haya podido salvar el par. En el 15 he pegado un hierro 3 de segundo también buenísimo, pero justo en el momento de impactar ha saltado una ráfaga de viento en contra que no existía cuando pegaron Cabrera y Scott, y me fui al agua por poquísimo. Esa bola debía haber botado en el green», señaló.

Sergio terminó la segunda ronda sin ningún birdie en la tarjeta y con la sensación de que todo iba a salir mal. Sin embargo, la lectura final es positiva. Según el jugador, «lo bueno es que gracias a la tarjeta de ayer sigo estando en la pelea y con opciones para el fin de semana. Y además le estoy pegando bien a la bola, así que habrá que seguir intentándolo. No queda otra. Sólo estoy fastidiado porque no he jugado al golf para hacer 76 golpes, pero al menos sigo ahí. A ver si mañana salen mejor las cosas», señala.

Hay que destacar que hoy ha hecho cosas muy buenas. Ha salvado dos bogeys tremendos en el 3 y en el 11. Además, ha sacado un par fantástico en el 15 después de irse al agua. Y lo cierto es que no ha tenido fortuna con los putts de birdie que ha tirado, todos eso sí desde más allá de cinco metros. Tuvo opciones buenas en el 5, 7, 8, 16 y 17 y ninguna quiso entrar.

Ojalá el fin de semana sea el momento de la reconcialiación.