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Golf para el confinamiento: el Masters de Larry Mize en 1987 que pudo ser de Seve

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Además de los dos Masters de Seve Ballesteros (1980 y 1983), los dos de José María Olazábal (1994 y 1999) y el de Sergio García (2017), el golf español ha estado en otras tres ocasiones muy cerca de sumar la que sería a día de hoy una sexta Chaqueta Verde para nuestro deporte.

Seve fue segundo en 1985, a dos golpes de Bernhard Langer, empatado con Raymond Floyd y Curtis Strange. Olazábal rozó el triunfo en 1991, terminando también en el segundo puesto, a un solo golpe de Ian Woosnam. Aunque quien más cerca estuvo de verdad de otro triunfo fue el propio Ballesteros, en 1987.

En aquella 51ª edición del torneo de Augusta, de cuya ronda final se cumplen hoy 33 años el genio de Pedreña se jugó la que habría sido su tercera Chaqueta Verde en un agónico playoff ante Larry Mize, que terminó logrando el triunfo, y Greg Norman, después de que los tres terminaran empatados con tres golpes bajo par los 72 hoyos.

El Tiburón tuvo la oportunidad de romper la maldición que le ha terminado acompañando durante toda su carrera en el Masters con un putt para birdie en el último hoyo de la cuarta ronda, de unos seis metros, pero no acertó y se vio abocado a jugársela en una muerte súbita contra Seve, un doble ganador del torneo, y Mize, nacido en Augusta y posiblemente el participante que mejor conocía todos los secretos del campo.

Sorprendentemente, Ballesteros se quedó fuera a las primeras de cambio, en el primer hoyo del desempate, el 10 del campo. Camino de la Casa Club, con lágrimas en los ojos, no pudo ocultar su profunda decepción por lo cerca que había estado de ganar y la mala suerte que tuvo en un domingo para olvidar.

«En el hoyo seis tres putts; en el 13 me bota la bola en el green y se me va al fondo; en el 15 no me entra el eagle; en el 16 también me toca el hoyo y no entra. El torneo lo vi más ganado que perdido en sus últimos cuatro hoyos. Lo he perdido yo», confesó el golfista español.

Así que, ya sin Seeve en el campo, Norman y Mize quedaron como únicos finalistas, en el 11. Ambos cazaron la calle desde el tee, pero el golpe de aproximación de Larry se fue muy a la derecha, completamente fuera de sitio, a unos 40 metros del hoyo.

Norman buscó un golpe conservador, creyendo que salir del 11 con el par podría ser suficiente para lograr su primera y ansiada Chaqueta Verde, y dejó su bola a la derecha, en el borde del green, evitando arriesgar por la presencia de un obstáculo de agua en la parte izquierda, donde estaba situada la bandera. Y ahí llegó la sorpresa…

Larry Mize, con un chip inolvidable, protagonizó el que sin duda es uno de los mejores golpes ganadores de toda la historia del Masters. Hizo un birdie imposible y obligó a Norman a embocar su putt de casi 15 metros si quería seguir ‘vivo’ en el desempate. Por desgracia para Greg, su sueño volvió a quedarse a medias y falló, dándole a Mize su primer y único Grande. En casa, en Augusta, ante su gente, y convirtiéndose en el único ganador local de la historia del torneo.

En nuestro Golf para el Confinamiento recuperamos la cobertura televisiva íntegra de la última ronda, incluido el playoff, de tres horas y media de duración. Unas imágenes para disfrutar del juego de algunos de los mejores golfistas de la historia con un final de película para poner el broche a esta semana especial en la que debía estar jugándose el Masters.