Lydia Ko ha conquistado su primera victoria como Número Uno del mundo. Y no cualquier victoria. La pizpireta golfista neozelandesa se ha impuesto en el ISPS Handa Women’s Australian Open, torneo compartido por el Ladies European Tour y el LPGA Tour que, sin ser un grande, se le parece mucho.
Un vistazo al palmarés de esta prueba ayuda a entender lo que ha logrado Ko a sus 17 años. En las últimas cuatro décadas han posado con la ensaladera de Australia leyendas vivas como JoAnne Carne, Annika Sorenstam, Liselotte Neumann, Catriona Matthew, Yani Tseng, Laura Davies, Jiyai Shin y, sobre todo, Karrie Webb. Un listado terrorífico al que ahora mismo, Lydia Ko, tiene toda la pinta de poder dejar atrás.
Es materialmente imposible ni siquiera imaginar cuál es el techo de esta joven jugadora, la más joven en alcanzar el Número Uno del mundo. Ni siquiera la presión de portar esta etiqueta ha podido con ella. En sus cuatro últimos torneos suma dos victorias, un segundo puesto y un séptimo. Es también la más joven en ganar el Open de Australia, récords de precocidad que lleva batiendo con absoluta naturalidad desde que tenía catorce años.
Ko se ha impuesto hoy en el Royal Melbourne tras un apretado mano a mano con la coreana Amy Yang, la única que ha sido capaz de seguir el ritmo de la golfista oceánica. Llegaron a los dos últimos hoyos separadas únicamente por un golpe, pero un clamoroso error de Yang, fallando un putt de par de un metro en el hoyo 17, ponía la victoria en bandeja a Ko. Salió al 18 con dos golpes de ventaja y buscó descaradamente la calle del hoyo 1, muy a la izquierda, porque desde ahí se tiene mejor ángulo para atacar el green del 18, una costumbre en el Royal Melbourne. Su segundo tiro fue espectacular, dejándose una magnífica opción de birdie que no embocó. Daba igual. El trabajo ya estaba hecho. Victoria y consolidación del Número Uno. Parece que tenemos reina para rato.
Beatriz Recari no tuvo el mejor domingo. La navarra hizo 75 golpes para un total de +1. Se cayó del top ten y acabó en el puesto 16º. En cualquier caso, es una espléndida puesta en escena de la temporada. Recari vuelve por donde solía después de un año donde no terminaron de salir las cosas. María Hernández, por su parte, se despidió con una vuelta de 74 golpes, sacándose al menos la espina del 80 del sábado. Finaliza en el puesto 58º.
