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Inkster tiene un papelón con las vacas sagradas USA en la Solheim

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Cristie Kerr, durante la tercera ronda hoy en Golf de Chantaco. © Tristan Jones
Cristie Kerr. © Tristan Jones

El pasado lunes se conformó de manera oficial el equipo europeo de la Solheim Cup. Ya se conocen las doce jugadoras, ocho clasificadas y cuatro invitaciones, que se pondrán a las órdenes de Catriona Matthew con el objetivo de recuperar el trofeo perdido en las dos últimas ediciones. Falta por cerrar el equipo de Estados Unidos para tener ya todas las cartas sobre la mesa y lo cierto es que el asunto pinta complicado para su capitana, Juli Inkster. Os contamos la situación.

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El periodo de clasificación se cierra el domingo 25 de agosto a la finalización del CP Women’s Open en Canadá. La próximas semana. Queda por conocer una plaza de las diez que se adjudican por puntos del LPGA y del ranking mundial. Concretamente, de las ocho que entran por el baremo del circuito americano, hay siete que ya están confirmadas: Lexi Thompson, Jessica Korda, Nelly Korda, Danielle Kang, Lizette Salas, Marina Alex y Meghan Kang. Además, hay dos metidas en el equipo por el ranking mundial, Angel Yin y Austin Ernst. Así las cosas, sólo queda una plaza libre por vía directa más las dos elecciones de la capitana.

Las golfistas que tienen opciones de lograr esa plaza que falta son Brittany Altomare, que ocupa ahora mismo precisamente ese puesto, Ally McDonald, Cristie Kerr y Stacy Lewis. Las dos últimas necesitan ganar y McDonald debe acabar entre las 17 primeras para darse al menos una opción.

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Así las cosas, se avecina papelón para la veterana Inkster. Ahora mismo están fuera del equipo pesos tan pesados del golf estadounidense como Cristie Kerr, Paula Creamer, Stacy Lewis o Michelle Wie, aunque en el caso de la hawaiana se debe más a lesiones que otra cosa. En cualquier caso, si las diez clasificadas por méritos propios se mantienen como están, es decir, con Altomare completando el equipo, Inkster tendrá que elegir a dos jugadoras entre cuatro vacas sagradas.

No muchas querrían verse en la situación de Inkster, aunque no es menos cierto que si hay una persona respetada y admirada en Estados Unidos a la hora de hablar de golf y Solheim es ella, así que no parece probable que, decida lo que decida, vaya a recibir demasiadas críticas. Especialmente si tenemos en cuenta que ha ganado las dos últimas como capitana. Sea como fuere, la decisión va a ser un trago.