Greg Norman volvió ayer al hospital tras confirmarse su positivo en COVID-19. Era lo esperado tanto por el gran campeón australiano como por los médicos. El problema es que los síntomas se agravaron y tuvo que ser sometido a tratamiento. En principio, no debería estar mucho tiempo en el Palm Beach Gardens Medical Center, hasta el punto de que ayer a última hora podría haber recibido ya el alta.
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Norman aprovechó su mensaje en las redes sociales actualizando su batalla contra el coronavirus para lanzar un serio aviso a cuenta de la enfermedad. «Soy una persona fuerte y considero que estoy en forma a pesar de tener 65 años, sin embargo, nada en la vida me había dejado tan hecho polvo. Me ha dolido la cabeza como si me la atravesaran con un cuchillo, he tenido fiebre y los músculos, simplemente, han dejado de responderme. Después, la cerveza y el vino me empezaron a saber mal y he empezado a tener lapsus de memoria», explicó.
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En este sentido, Norman pide que nadie bromee con este asunto. «Por favor, hay que tomárselo en serio. No le quiten importancia porque no le deseo a nadie que experimente este virus. Pido a todos que sean prudentes y responsables y agradezco a todos los profesionales que están trabajando a destajo para superar esta situación. La vacuna es una gran noticia, pero debemos seguir siendo responsables», asegura el campeón de dos Open Championship.
Greg Norman deja el hospital para seguir en casa la cuarentena
Norman ha sido tratado en las últimas horas con Bamlanivimab, una terapia aún en investigación basada en anticuerpos monoclonales. Es similar a lo que en su día se administró a Donald Trump.
