Este martes 1 de enero de 2019 entran en vigor las nuevas reglas del golf, una serie de cambios que buscan acelerar el juego y simplificar la máximo la normativa. Pero Tommy Fleetwood, uno de los mejores jugadores del año que acaba de finalizar, mira más allá y propone otras modificaciones que permitan hacer de este deporte algo más «divertido».
Uno de los héroes del equipo europeo en la pasada Ryder Cup ha contribuido a revolucionar la imagen del golf, con su apariencia de estrella del rock. Pero asume que su caso no es demasiado común: «No es un tópico decir que el golf es un deporte para ricos, se asemeja bastante a la realidad, aunque el viejo sistema elitista se está desvaneciendo poco a poco».
Las nuevas reglas que debe conocer si juega al golf a partir del 1 de enero de 2019
«Con más gente jugando al golf, los precios están bajando. Y aunque en mi opinión sigue siendo un deporte costoso, creo que soplan nuevos vientos que son muy buenos para este deporte. Si puedo contribuir un poco a esta evolución, estaré encantado de hacerlo», asume el golfista británico.
«Yo no necesito hacer mucho. Sé que no tengo aspecto de golfista. ¿Que parezco una estrella del rock? No tuve éxito tocando la guitarra, así que empecé a jugar al golf», cuenta Tommy entre risas. «No, ahora en serio, como padre quiero que el golf sea un deporte genial para mis hijos, de fácil acceso, y si quieren jugar con chándal y zapatillas, ¿por qué no permitirlo?», lanza Fleetwood.
Siempre nos quedará París…
El nº 12 del mundo, ganador de la Race to Dubai de 2017, proviene de una familia trabajadora de Mereyside. Y recuerda que sufría miradas de cierta desaprobación cuando llegaba a la sede del club en el que practicaba. «Es un hecho. Hay una etiqueta en algunos clubes en los que te obligan a vestir de una determinada manera. Nunca me ha gustado tener que vestirme así, siempre he preferido llevar ropa cómoda. Sé que el golf ha sido durante mucho tiempo el deporte de una élite social, abogados, médicos… pero yo nunca me he avergonzado de las miradas de los demás. A veces he notado que me miraban con condescendencia e incluso ahora a veces sucede, pero sé cómo lidiar con eso y qué opiniones tener en cuenta», revela Fleetwood.
«Sé que el golf puede ser un deporte egocéntrico, pero mi motivación nunca ha estado en mí mismo. Pienso en las personas que me importan. Este deporte es mi pasión, pero si nunca lo hubiera jugado, trabajaría en un hotel y en las carreteras, como mi padre, no soy materialista. El dinero, los coches o las casas no son lo que me motiva. Mi felicidad no viene de ahí. Lo más valioso es la familia y la amistad», concluye Tommy, que sueña con un golf cada vez más accesible.
