El ‘moving day’ del Korn Ferry Tour Championship, último torneo de la temporada en el segundo circuito estadounidense y tercero de los tres que forman las series finales, fue casi definitivo (para mal) para Rafa Cabrera Bello (-4). El canario entregó su peor tarjeta en lo que va de semana y se descolgó casi definitivamente de la lucha por las tarjetas.
Muy errático desde el tee (apenas cazó el 50% de calles), encontró muchas dificultades para llevar la bola a green en buenas condiciones (55% de greenes en regulación). Y aunque mantuvo un nivel similar con el putter al de los dos primeros días de competición (1,8 putts de media por hoyo), no fue suficiente para aguantar el ritmo de sus rivales.
Ni siquiera un imponente eagle en el par cuatro del hoyo 12, que parecía darle una vida extra, fue suficiente para enderezar una ronda que había empezado torcida, con un bogey en el 1. Otro en el 9 había anulado sus birdies al 2 y el 5, y otros dos en el tramo final, en el 14 y el 17, ampliaban a cuatro golpes su desventaja respecto al objetivo del top 10 que le permitiría soñar con alcanzar su objetivo.
Su vuelta de par le hizo perder 15 posiciones en la clasificación hasta caer al 28º puesto empatado. Y lo que es peor, le sitúa en el puesto 54º empatado de la miniorden de mérito de estas series finales en la que buscaba recuperar los derechos completos de juego del PGA Tour. Un resultado que le obligará a firmar un domingo casi de récord… y esperar a lo que hagan el resto de competidores.
Sólo logran la tarjeta los 25 mejores de estos tres últimos torneos de la temporada (las otras 25 tarjetas se repartieron entre los primeros clasificados del circuito en la temporada regular) y el canario parte con el hándicap de no haber podido sumar en los dos primeros (uno no lo disputó por motivos personales y en otro falló el corte). Por lo que Rafa tendrá que mejorar muchísimo si quiere alcanzar un puesto entre los seis, siete u ocho primeros que le permita soñar con seguir una temporada más en el PGA Tour.
Mañana es su última oportunidad en un torneo en el que manda Trey Mullinax (-14) y que entre sus cinco primeros clasificados tiene a cuatro jugadores sin la tarjeta garantizada, incluido el líder. Se le acaba el tiempo al canario que tendrá que salir mañana en busca de los birdies desde el primer hoyo si no quiere tener que empezar a replantearse su futuro, con varias vías posibles (jugar el Korn Ferry Tour, regresar al European Tour, jugar la Escuela…).
