Inicio Grandes Circuitos La Armada no despeja ninguna de las incógnitas que la acogotan…

La Armada no despeja ninguna de las incógnitas que la acogotan…

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Un verano áspero para la Armada. Algunos apuntes aquí y allá, pero falto de consistencia, si nos tomamos la licencia de analizar los resultados de los españoles en conjunto…

El WGC Bridgestone Invitational ha sido una buena muestra: magníficos apuntes de Rafa Cabrera el jueves y el viernes, notable vuelta de Sergio en la apertura y, a partir de ahí, una lucha constante de todos (Rafa, Sergio, Gonzalo Fernández Castaño y Álvaro Quirós) por no dejarse llevar, por terminar del mejor modo las rondas. También hay que valorarlo, aunque desde luego los resultados no sean brillantes (ninguno ha podido ganar al Firestone).

Sigue abierta de par en par la lucha por los últimos puestos del equipo europeo de la Ryder, donde andan en disputa los mismos cuatro jugadores españoles que han jugado esta semana en Akron. Ha pasado una semana más y apenas hay movimientos. Combate nulo. Lo que desde luego favorece a quien está ahora mismo dentro (Sergio) y menos a los que vienen persiguiendo.

En concreto, Álvaro Quirós ya lo tiene muy negro. Casi necesitaría ganar el PGA para meterse, aunque todo lo que sea arrimarse y jugar bien puede ayudar pensando en las elecciones del capitán. Gonzalo y Rafa cuentan con un poquito más de margen, pero ya es muy estrecho.

El mayor problema para el de Guadiaro, en todo caso, es que no termina de sentirse suelto. No puede, sencillamente, desplegar su golf natural con soltura a lo largo y ancho de una ronda completa de golf. El final de sus dos vueltas del fin de semana resultan clarificadores al respecto: tres birdies consecutivos y dos bogeys para finalizar. La del sábado, acabando por el hoyo 18, y la del domingo por el 9. La buena noticia es que, a pesar de las ‘tentaciones’, no arroja la toalla. Este callo puede resultar de enorme importancia en su definitiva formación como jugador.

De Gonzalo Fernández Castaño podría decirse algo muy parecido. El madrileño siente por momentos que está pegando muy bien a la bola, pero no encuentra el modo de hacer resultado, de dar el estirón. Hay que valorar el modo, no obstante, con el que se está agarrando a esa posición entre los primeros cincuenta el mundo, que como es bien sabido, es la llave que abre la puerta de las grandes citas. Gonzalo está ‘dividiendo’ entre el mismo denominador común que acogota a toda la Armada este año 2012: la irregularidad.

Cabrera Bello ha salido derrotado de una gran aventura, pero cada vez es un jugador más grande. Y su coraza mental ante las adversidades se hará cada vez más y más fiable.

Y Sergio… Pues tampoco termina de salir de la cueva. Asoma la cabeza, amaga, emite algunas buenas señales, pero en realidad ni siquiera se acerca al nivel de confianza, serenidad y templanza mostrado a finales de 2011. Lo suyo es como una intermitente e interminable batalla consigo mismo. O, para ser más concretos, contra determinados fantasmas que cíclicamente rondan en su cabeza y que normalmente tienen que ver con todo lo que se refiere a la motivación.

En todo caso, el objetivo de la Ryder hará que veamos a un García gladiador, si es necesario, la próxima semana en el PGA. A ese tipo de retos suele agarrarse muy bien el castellonense.

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